Edmundo Paz Soldán
Creo que fue Alberto Fuguet el que me habló primero de Santiago Vaquera. Estábamos buscando cuentos sobre la experiencia latina o latinoamericana en los Estados Unidos, y nos topamos con "Esperando en el Lost and Found", un magnífico texto de este escritor/profesor/blogger/d.j. A partir de ahí, comenzó una amistad que se ha profundizado gracias a varios encuentros de España.
Santiago se define a sí mismo como un "border crosser", o cruzador de fronteras. Esto no es una metáfora: Santiago nació en los Estados Unidos, de padres mexicanos; no fue un chicano típico, porque en vez de gustarle las rancheras prefería la música electrónica y grupos como Stereophonics o The Go-Betweens; tampoco terminó de ser aceptado como escritor latino, porque se le ocurrió que quería escribir su narrativa en español y no en inglés.
Este mundo a medio camino entre el Norte y el Sur aparece en su blog; Santiago mezcla con facilidad el español con el inglés -sin por ello intentar ponerse a la moda del spanglish–, y tiene una mirada al mundo que hace recuerdo a los cómicos de la televisión norteamericana -Dave Letterman, Conan O’Brien- filtrados por su sensibilidad fronteriza. Un blog refrescante, que habla de viajes, libros y música. Santiago es un gran guía de viaje: hay que hacerle caso cuando habla de Estambul o Madrid. Pocos saben tanto como él de escritores en la frontera, tanto del lado mexicano como de los Estados unidos. Ni qué decir de sus recomendaciones musicales, que siempre dan en el blanco: gracias a él he descubierto a Plastilina Mosh, The National, The Walkmen, Stars, The Stills.