
Eder. Óleo de Irene Gracia
Basilio Baltasar
James L. Jones, asesor de Seguridad Nacional de los Estados Unidos dice en El País que debemos abordar el mundo como es y no como era en el siglo XX. Su artículo analiza los desafíos más notables asumidos por Obama en los primeros cien días de su mandato pero no se extiende lo suficiente en considerar el interrogante que ha formulado: ¿Cómo es el mundo de hoy?
Para hacernos una imagen aproximada del impetuoso acontecimiento que nos arrastra deberíamos visualizar tres episodios contemporáneos: la caída del Muro de Berlín (1989), la caída de las Torres Gemelas (2001) y la caída de la Bolsa (2008). El estrépito causado por estas demoliciones nos ayudará a medir la magnitud del cambio que estamos viviendo. Pero el ruido no es la respuesta.
Quizá nos haya tocado en suerte vivir una época destinada a renovar sustancialmente el legado heredado del pasado. Lo que orgullosamente erigieron las generaciones, se desplomará ante nuestro estupefacto asombro. Será inevitable recordar el Mito de Babel y preguntarnos si es ésta la imagen de la transformación cultural de nuestro tiempo.