Basilio Baltasar
Lee hoy en La Vanguardia la entrevista de Núria Escur a Francisco González Ledesma. Es un lamento, una elegía. No te la pierdas. El escritor languidece ante la cámara con los recuerdos de una biografía urgente. Nos habla de sus deudas. Me arrepiento de esto, y de lo otro. ¡Ojalá pudiera rectificar! En lugar de inventar motivos épicos, don Francisco consiente ante sí mismo: esto es lo que hay. Una ruina, una ilusión. En su auto retrato la tristeza es un trazo grueso. ¿Para qué disimular? Su ancianidad enfadada es reconfortante. En contra de la tendencia que impone alegría hasta en el lecho de muerte, el escritor libera las poderosas corrientes de esa nostalgia que clama contra la verdad del tiempo perdido. Ni siquiera los recuerdos nos redimen. Tenlo en cuenta a partir de ahora.