Víctor Gómez Pin
La letra de Crusoe
Inserta en la narración general de Crusoe hay una segunda narración de la cual en parte la primera es desarrollo y hermenéutica. Me refiero a su diario, esa descripción de sus peripecias, escrita en los momentos que él mismo considera de asueto. Y, ¿para quien escribe Crusoe un diario? Pues como todo escritor de diarios tan sólo para sí, aunque este sí no coincida necesariamente con el uno mismo, interlocutor habitual no de la propia escritura sino más bien de la propia estulticia (la cual mantiene una mecánica comunicación interior en torno a satisfacciones vacuas de llegar a realizarse, pero autenticamente dolorosas de no cumplirse); esa estulticia tan presente en la soledad y de la que Crusoe ha de huir en pos de su humanidad. Crusoe escribe para sí, en un mundo humano en el que la escritura, al igual que todo otro fruto del trabajo humano, carece de valor de cambio en acto, y el valor de cambio que encierra potencialmente (si por ejemplo encontrara Crusoe un interlocutor en su situación) no es disociable de su valor de uso.
Proponiéndose forjar una tabla para la mesa con la que ha decidido ornamentar su casa, se da cuenta de que sus instrumentos solo le permiten tallarla como pieza entera a partir de un único árbol, con enorme trabajo y paciencia, lo cual sin embargo-reflexiona- no ha de preocuparle, pues más allá de lo inmediato no hay objetivos de futuro que exijan una distribución jerárquica del tiempo (" But my time or labour was little worth, and so it was as well employed one way or as another). Como el transcurrir de los acontecimientos para los niños, la mayor o menor dilatación de las tareas de Crusoe no se mide en montos de oro y así cabe decir que no es realmente tiempo. Por ello puede decirse que Crusoe escribe y trabaja en un mundo plena (y trágicamente) humano dónde no cabe el futuro
Y en este horizonte sin medida de cambio, sin el futuro que es oro, el trabajo de Defoe le permite tener cubiertas con razonable amplitud sus necesidades inmediatas (1) dispuestas en perfecto orden, lo cual le procura gran satisfacción (2) ¿Y qué acontece cuando lo relativo no solo a la necesidad inmediata sino a la dignidad del entorno está cubierto? Lo singular de la condición humana impone entonces sus exigencias, indicaba Aristóteles. La narración es una de ellas y la narración a través de la escritura un paso decisivo. Cubiertas las necesidades de su animalidad y subordinadas incluso las mismas al imperativo de ornato y decencia Crusoe tiene una tarea primordial: "Y entonces es cuando empecé a conservar un diario de mi diaria tarea"
Escritura de la que sólo Crusoe puede ser lector, narración sin otro destinatario que la humanidad, presente toda ella (y no como si fuera tan solo una parcela) en Crusoe mismo. Escritura para la que el fin de sus condiciones materiales (Crusoe posee un limitado stock de tinta extraído de los restos del barco) es la única sumisión al tiempo,
Cabe imaginar la letra de Crusoe trabada minuciosamente con tanta mayor exigencia caligráfica cuanto no pesa sobre el escritor el espectro de la conversión de su obra en mercancía, es decir, en oro y tiempo. Sí, en todas y cada una de las tareas que emprende, Crusoe está motivado por la exigencia de recrear la plena humanidad en ausencia de futuro. En ello reside el enorme peso moral de su figura.
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1 " So that had my cave been to seen, it looked like a general magazine of all necessary things"
2 "And I had everything so ready at my hand, that it was a great pleasure to me to see all my goods in such order…"