Víctor Gómez Pin
La tesis que estoy meramente barruntando es que el pensar que surgiría de la consideración de la physis por la teoría cuántica, carece realmente de precedente y no puede en consecuencia encontrar arraigo alguno. El pensamiento presocrático podría más bien presentarse como un rencuentro y dar aliento al proyecto siempre diferido de Heidegger que al pensamiento, indiscutiblemente filosófico, que intenta extraer las enormes implicaciones de los teoremas cuánticos de Kochen- Specker o John Bell.
Faltaría casi un cuarto de siglo para que estos se formularan cuando Heidegger esboza en notas su proyecto reflexivo en ese seminario de invierno de 1941. Pero, en las deslabazadas indicaciones del último párrafo, se perfila en filigrana esa dialéctica interna a la que antes me refería, entre la inclinación a desvalorizar el peso de la teoría cuántica en relación a su propio proyecto y la sospecha de que algo tremendo se fraguaba en la primera.