Víctor Gómez Pin
IV Palabra sin fuego
En otro momento del coloquio, el mismo Agustí alude al hecho de que en la historia del ser humano la Revolución Industrial (sea o no considerada en correlación al capitalismo) supone una ruptura radical con todas las formas anteriores de organización, a través de las cuales permanecerían rasgos invariantes que darían prueba de la esencial singularidad del ser humano:
"Hay que tener en cuenta que desde la revolución neolítica , hace casi 10000 años, hasta el siglo XVIII , a pesar de que aparentemente han sucedido muchas cosas, tecnológicamente y, yo diría, también socialmente, estamos ante ante un sistema estable que practicamente no cambia en todo ese tiempo. Se trata de un sistema basado en la agricultura en los recursos energéticos de la tierra y en la ganadería[…] Este esquema se mantiene durante siglos (o durante miles de años) y es practicamente el mismo hasta que sobreviene la revolución industrial."
Esto explicaría que un campesino del mezzogiorno italiano transportado hace 60 años al universo de esa Fiat símbolo del Piamonte fábril pudiera sentirse más desarraigado que si lo hubieran trasladado a un pueblo de Anatolia. Pues bien:
La lectura de estas páginas sobre las formas de vida de los neandertales, me ha hecho pensar que el argumento es en parte ampliable a nuestros lejanos parientes. El paisano evocado por José Saramago que se quitaba respetuosamente el sombrero ante el paso de la muerte se sentiría quizás más próximo al ritual funerario del neandertal que al gélido trato con los difuntos en esos espacios sin alma denominados tanatorios.