Skip to main content
Blogs de autor

El problema de la identidad personal

Por 6 de enero de 2010 diciembre 23rd, 2020 Sin comentarios

Víctor Gómez Pin

He abordado aquí en múltiples ocasiones problemas relacionados con la identidad personal, y lo he hecho generalmente por mediación de textos literarios. Así Proust podía una y mil veces preguntarse si los seres a los que el tiempo ha moldeado tan brutalmente en su aspecto físico no han sido asimismo radicalmente transformados en los rasgos definitorios de su personalidad. Y nosotros podemos tras él preguntarnos si cuando  despertamos tras un sueño en el que afloran los fantasmas más temibles del inconsciente seguimos siendo la misma persona que se durmió placidamente, creyéndose reconciliada, e ignorante de que encerraba en sí una ciénaga de larvas que buscan desplegarse. Aun en la hipótesis de que no hay recuerdo de sueño alguno, sino sólo el sentimiento de haber tenido un plácido reposo, no hay seguridad de que se trate tan sólo de un paréntesis, tras el cual se restablece el mundo que antes se daba y del que mi persona  constituía un ingrediente. Adentrado en este  problema de la identidad personal un físico y filósofo de la universidad de Stanford  (L. Vaidman "Many- Worlds Interpretation of Quantum Mechanics" The Stanford Encyclopaedia of Philosophy, 2002) utilizaba una  imagen que aquí retomo libremente, modificando y añadiendo aspectos.

 Antes de que se le administre una píldora que tras dormirle modificará su personalidad o bien en el sentido de venir a ser A o bien en el sentido de venir a ser B,  H es informado de que en función de ello se le trasladara a la habitación A o a la habitación B, ambas por él conocidas.   El hombre se despierta y antes de abrir los ojos se pregunta cual de las dos hipótesis se ha verificado (cosa que los que le manipulan saben ya perfectamente) estableciendo conjeturas al respecto que son en última instancia cálculo de probabilidades, no sobre algo que va a ocurrir, sino sobre algo que ya ha ocurrido. Tanto si se ha convertido en A como si se ha convertido en B tiene en H un ancestro, tiene pues  en común con el otro un pasado, pero no desde luego un presente y en modo alguno un futuro.

L. Vaidmann apunta con su imagen de la doble habitación a justificar que en un mundo plenamente realizado no está excluído que se avancen hipótesis sobre su grado de probabilidad, probabilidad sustentada en que  el sujeto está en la ignorancia de la situación, la cual se supera en el instante en el que H abre los ojos. Tenemos aquí una muestra de cómo  el problema de la identidad personal en el seno mismo de una ascética teoría científica.  Este problema y muchos otros que hacen que la filosofía es en gran parte efectivamente meta-física, reflexión tras la física, asunción y exploración de las aporías derivadas de las descripciones y previsiones que constituyen el mundo de la física.

Con motivo de la presentación de un trabajo de investigación realizado en mi universidad por una profesora de física, trabajo cuyo objeto era establecer el estado de la cuestión sobre las implicaciones filosóficas de esta teoría física -de gran relieve-  conocida como Multiples Mundos, y de la que el evocado Vaidmann es un representante   la comisión deliberó un largo rato, no ya sobre  cuestiones técnicas (¿cómo hacer compatible probabilismo ontológico y determinismo?; si no hay colapso, si se dan todos los resultados posibles de una medida-cada uno de ellos forjando un mundo- en un sistema que evoluciona determinísticamente,  ¿qué sentido tiene seguir manteniendo que cada resultado tiene su probabilidad y que además esta probabilidad coincide con la avanzada por la interpretación ortodoxa de la Mecánica Cuántica?, etcétera), sino también sobre asuntos tan curiosos como el de la ruleta rusa: dado que hay múltiples mundos podría sin aprensión jugar a la ruleta rusa digamos cuántica, puesto que si pierdo en uno de los mundos seré rico en ese otro mundo en el que el resultado es el premio. Obviamente surge entonces el problema de saber si el afortunado y el desdichado pueden coincidir, lo cual parece poco probable pues, en términos de la jerga, sería como aceptar que además de  una  superposición de vectores representativos del estado del sistema (el vector que tiene como resultado la muerte y el que tiene como resultado la riqueza) se daría  también  un vector único en superposición.

Lo curioso de esta y otras discusiones  en las que está en juego el problema de la identidad personal, es que parecen transcurrir en un universo puramente abstracto, entre otras razones por la dificultad de conocer la función de onda de los entes que percibimos en el mundo real, con lo cual los pontífices de esta teoría (los Everrett, Vaidman, Deutsch, Wallace, etcétera) discuten sobre conjeturas eventualmente clarificadoras y explicativas ( resulta bastante convincente la tesis de que en realidad no hay colapso y que todas los resultados se dan objetivamente y evolucionan deterministicamente) pero de las que resulta difícil afirmar que  "verdaderamente así es" (verdaderamente cada resultado de una medida supone un mundo). Viejo asunto que remite a la posición del Cardenal Belarmino en una carta de advertencia dirigida indirectamente a Galileo: una cosa es decir que con la hipótesis heliocéntrica se "salvan mejor" (es decir, se explican mejor) los fenómenos físicos -"no hay en ello peligro alguno" dice explícitamente el Cardenal y otra cosa es pretender "que realmente es así".  

profile avatar

Víctor Gómez Pin

Victor Gómez Pin se trasladó muy joven a París, iniciando en la Sorbona  estudios de Filosofía hasta el grado de  Doctor de Estado, con una tesis sobre el orden aristotélico.  Tras años de docencia en la universidad  de Dijon,  la Universidad del País Vasco (UPV- EHU) le  confió la cátedra de Filosofía.  Desde 1993 es Catedrático de la Universitat Autònoma de Barcelona (UAB), actualmente con estatuto de Emérito. Autor de más de treinta  libros y multiplicidad de artículos, intenta desde hace largos años replantear los viejos problemas ontológicos de los pensadores griegos a la luz del pensamiento actual, interrogándose en concreto  sobre las implicaciones que para el concepto heredado de naturaleza tienen ciertas disciplinas científicas contemporáneas. Esta preocupación le llevó a promover la creación del International Ontology Congress, en cuyo comité científico figuran, junto a filósofos, eminentes científicos y cuyas ediciones bienales han venido realizándose, desde hace un cuarto de siglo, bajo el Patrocinio de la UNESCO. Ha sido Visiting Professor, investigador  y conferenciante en diferentes universidades, entre otras la Venice International University, la Universidad Federal de Rio de Janeiro, la ENS de París, la Université Paris-Diderot, el Queen's College de la CUNY o la Universidad de Santiago. Ha recibido los premios Anagrama y Espasa de Ensayo  y  en 2009 el "Premio Internazionale Per Venezia" del Istituto Veneto di Scienze, Lettere ed Arti. Es miembro numerario de Jakiunde (Academia  de  las Ciencias, de las Artes y de las Letras). En junio de 2015 fue investido Doctor Honoris Causa por la Universidad del País Vasco.

Obras asociadas
Close Menu
El Boomeran(g)
Resumen de privacidad

Esta web utiliza cookies para que podamos ofrecerte la mejor experiencia de usuario posible. La información de las cookies se almacena en tu navegador y realiza funciones tales como reconocerte cuando vuelves a nuestra web o ayudar a nuestro equipo a comprender qué secciones de la web encuentras más interesantes y útiles.