Skip to main content
Blogs de autor

Amor de plástico

Por 2 de octubre de 2006 diciembre 23rd, 2020 Sin comentarios

Amanda tiene un aviso en Internet, junto a sus amigas, que se promocionan para tener sexo contigo. Puedes echarle un vistazo aquí. El texto de Amanda la describe «rubia, ojos azules, color de piel variado, cara tipo 7 y cuerpo tipo 4 & 5». Algunas de sus características pueden resultar difíciles de comprender en una lectura rápida, pero quedan aclaradas en cuanto comprendes que Amanda, en realidad, es de plástico.

Ella forma parte del catálogo de Real Dolls, una empresa que fabrica y distribuye muñecas inflables con características tan humanas que resultan mejores que las humanas de verdad. Piénsalo: no le temen a ninguna experiencia, no amanecen con ojeras, no tienen ni una palabra de protesta si eres un pésimo amante y se parecen eternamente a lo que quieras. Por lo demás, sus orificios corporales asemejan a la perfección a los de una fémina humana: los genitales producen un efecto de succión, y la cavidad bucal viene con suaves dientes y lengua de silicona. La piel es suave al tacto y no despide más olor que un suave aroma frutal, y los labios vaginales pueden manipularse a voluntad. Además, consiguen sostenerse en cuatro patas con ayuda de una almohada. 

Real Doll no es una empresa machista, y para probarlo está Charlie (moreno, ojos marrones, tono de piel medio, cara 1, cuerpo 1), un ejemplar que nunca fallará a las chicas más exigentes en la medida en que su erección es perpetua. Sin embargo, hay que admitir que la mayor parte de su catálogo es para chicos y ha sido diseñado pensando en tipos claros de varón. Los que prefieran la exótica belleza oriental tienen a Kaori, y los amantes de la sensualidad africana disponen de Melissa. Los fanáticos de los pechos optarán sin duda por Anna Mae, que por un suplemento trae el pelo rosado  y pestañas de fantasía. Y todas (menos Charlie) vienen con minifalda, tacones y ropa interior, para que te hagas la ilusión de pelarla como a una fruta: no se puede pedir más por $7000.   

El precio de una muñeca de estas equivale al de un caballo de buena calidad, pero si la tratas bien, la muñeca dura más. De hecho, la idea es que solucione para siempre tus problemas con las relaciones sexuales. Porque por mucho que se parezcan a las personas, las muñecas no tienen personalidad, ni voluntad, no exigirán nada de ti. Como el sexo telefónico, las pelis porno, los yogures sin lactosa o el café sin cafeína, las Reall Dolls son productos diseñados para saciar una necesidad sin producir los perjuicios del producto original: son un sucedáneo del sexo. Y sin embargo, si el sexo es definidio de un modo rigurosamente físico, el sucedáneo es más eficiente que el original, con el que a menudo es necesario conversar, por lo menos mientras ambos se emborrachan.   

Supongo que vivimos en un mundo cada vez más solitario, donde la soledad entra en el mercado de forma cada vez más sofisticada. Pronto, quizá la ciencia consiga que estas muñecas también digan lo que uno quiere escuchar: «qué bueno, papi», «qué rico lo haces» ese tipo de cosas (No creo que reciten a Becquer, en todo caso). La cuestión es que, cuando hablen, las muñecas entrarán en competencia con las prostitutas, que siempre se podrán conseguir a mejor precio, así que ese debe ser un nicho de mercado demasiado arriesgado. Al fin y al cabo, Real Doll está diseñada para un consumidor con una demanda clara y un apetito limitado, como un McDonalds del amor.

Close Menu
El Boomeran(g)
Resumen de privacidad

Esta web utiliza cookies para que podamos ofrecerte la mejor experiencia de usuario posible. La información de las cookies se almacena en tu navegador y realiza funciones tales como reconocerte cuando vuelves a nuestra web o ayudar a nuestro equipo a comprender qué secciones de la web encuentras más interesantes y útiles.