Skip to main content
Blogs de autor

A través del espejo (3)

Por 11 de octubre de 2009 Sin comentarios

Eder. Óleo de Irene Gracia

Marcelo Figueras

“Hay un viejo dictum que siempre me ha parecido uno de los más superficiales e idiotas, producto de alguien que visiblemente no era un novelista”, sostiene Juan Gabriel Vásquez en El arte de la distorsión. Y ese dictum es el siguiente: ‘Escribe sobre lo que conoces’.

Escribir sobre lo que ya sabemos equivale a contemplarse en un espejo. Y no en un espejo extraño o deformante como los de las ferias, ni tampoco en uno que invite a atraversarlo como aquel tan caro a Lewis Carroll, sino en un espejo convencional, de esos que se rompen si uno los embiste, y que nunca nos devuelven otra cosa que los rasgos que ya nos sabemos de memoria. Cuando lo que uno debería hacer cuando se lanza a escribir es, por supuesto, todo lo contrario.

         En uno de los capítulos más lúcidos de su libro, aquel que tituló Literatura de inquilinos, Vásquez sostiene que la mejor carta con que cuenta un escritor es, más bien, su desconocimiento. “… El verbo inventar viene del latín invenire, que significa ‘encontrar’”, dice, lo cual torna inevitable la conclusión: el oficio de escritor “consiste precisamente en buscar”.

         Por supuesto, esto no significa que un escritor tenga prohibido hablar de sí mismo. (Nadie escribe por otra razón que su propio deseo, ni de otra cosa que no sean sus obsesiones.) Ni que haya que evitar referirse a circunstancias familiares, o cuanto menos que le resulten conocidas. Lo que marca la diferencia es la actitud con que se narra. Aun cuando vaya a contar la historia de alguien que se le parece mucho y que atraviesa una situación idéntica a la suya, lo primero que hace el escritor genuino es tratar de perderse. Renuncia a lo familiar, se desprende de sus seguridades, extravía bastones y muletas, se desinstala, abandona (aunque más no sea metafóricamente) su hogar, porque sabe que no producirá nada valioso a no ser que escriba desde un lugar (del alma, pero lugar al fin) que le resulte terriblemente incómodo.

Por eso se procura un espejo roto, dañado o mal hecho, que le permita desconocer la imagen que lo mira. Y se lanza a narrar la aventura de ese extrañamiento. Porque el escritor de verdad, y por extensión el artista, nunca habla de lo que sabe. ¿Cuál sería la gracia de escribir si uno sólo fuese a dar cuenta de aquello que ya tiene claro?

Vásquez cita una frase de Philip Roth en la novela llamada (del modo más oportuno) Deception, que abre una posibilidad inquietante. Al decir que la vida es “ficción ligeramente torcida”, Roth parece sugerir que nuestras vidas son el espejo que distorsiona, y que la ficción es más bien la imagen original, clara y distinta –el ideal platónico que embarramos a diario.

De cualquiera de los dos modos (leamos de izquierda a derecha o de derecha a izquierda), lo que resulta indiscutible es que vida y ficción sostienen una relación especular; y que preguntarse por qué creamos –y por ende por qué leemos- se parece mucho a preguntar no sólo por qué vivimos, sino además por qué decidimos seguir viviendo.

 

(Continuará.)

[ADELANTO EN PDF]

profile avatar

Marcelo Figueras

Marcelo Figueras (Buenos Aires, 1962) ha publicado cinco novelas: El muchacho peronista, El espía del tiempo, Kamchatka, La batalla del calentamiento y Aquarium. Sus libros están siendo traducidos al inglés, alemán, francés, italiano, holandés, polaco y ruso.   Es también autor de un libro infantil, Gus Weller rompe el molde, y de una colección de textos de los primeros tiempos de este blog: El año que vivimos en peligro.   Escribió con Marcelo Piñeyro el guión de Plata quemada, premio Goya a la mejor película de habla hispana, considerada por Los Angeles Times como una de las diez mejores películas de 2000. Suyo es también el guión de Kamchatka (elegida por Argentina para el Oscar y una de las favoritas del público durante el Festival de Berlín); de Peligrosa obsesión, una de las más taquilleras de 2004 en Argentina; de Rosario Tijeras, basada en la novela de Jorge Franco (la película colombiana más vista de la historia, candidata al Goya a la mejor película de habla hispana) y de Las Viudas de los Jueves, basada en la premiada novela de Claudia Piñeiro, nuevamente en colaboración con Marcelo Piñeyro.   Trabajó en el diario Clarín y en revistas como El Periodista y Humor, y el mensuario Caín, del que fue director. También ha escrito para la revista española Planeta Humano y colaborado con el diario El País.   Actualmente prepara una novela por entregas para internet: El rey de los espinos.  Trabajó en el diario Clarín y en revistas como El Periodista y Humor, y el mensuario Caín, del que fue director. También ha escrito para la revista española Planeta Humano y colaborado con el diario El País. Actualmente prepara su primer filme como director, una historia llamada Superhéroe.

Obras asociadas
Close Menu
El Boomeran(g)
Resumen de privacidad

Esta web utiliza cookies para que podamos ofrecerte la mejor experiencia de usuario posible. La información de las cookies se almacena en tu navegador y realiza funciones tales como reconocerte cuando vuelves a nuestra web o ayudar a nuestro equipo a comprender qué secciones de la web encuentras más interesantes y útiles.