
Ficha técnica
Título: Hijos de la luz | Autor: Robert Stone | Traducción: Inga Pellisa | Editorial: Libros del Silencio | Colección: Miradas | Género: Novela | ISBN: 978-84-940156-7-0 | Páginas: 384 | Idioma: Inglés| Encuadernación: Rústica | PVP: 22,00 € | Publicación: Enero de 2013
Hijos de la luz
Robert Stone
La mañana de su enésimo despertar alcoholizado, Gordon Walker hace recuento de daños: en el debe, múltiples adicciones, hijos que ya se han alejado, una esposa que acaba de abandonarlo y una carrera como actor y guionista que languidece tanto como su propia vida; lo que hay en el haber es tan poco que resulta extraordinariamente difícil recordarlo. «Aquí hace falta un plan», piensa. «Un plan y un sueño, algún lugar adonde ir». Y su sueño es reencontrarse con un viejo amor: Lee Verger, actriz como él, y, como él, azotada por los problemas familiares, esclava de innumerables sustancias y, además, asediada por apariciones ominosas que la obligan a mantenerse en equilibrio entre la cordura y la demencia. Decidido, Walker emprenderá viaje hasta México, donde Lee se halla rodando uno de sus viejos guiones; cuando se encuentren al fin, la colisión será inevitable.
Entre desolados hoteles, bares decadentes y decorados de cartón piedra, envueltos en un claroscuro de luces artificiales, los personajes de Robert Stone, propulsados por fuerzas invisibles que parecen a punto de agotarse o de precipitarlos al abismo, buscan una oportunidad incierta y que bien podría ser la última en un ambiente de sordidez e impostura, donde la realidad y la ficción, la representación y la existencia, no dejan de confundirse. Melancólico y evocador, dramático y tempestuoso, Hijos de la luz es el relato arrebatado de dos seres encallecidos y sin esperanza en un Hollywood crepuscular que, como ellos mismos, ya no es más que un espectro triste que vive del recuerdo de los tiempos dorados; he aquí, tras Dog Soldiers, otra piedra de toque en el rescate de un creador esencial.
«Narrada con ritmo y maestría, con el ímpetu apresurado de un torbellino. Los diálogos deslumbran, prolongando sus energías y encadenando una escena electrizante tras otra. No hay duda de que se trata de la obra de un escritor sorprendentemente dotado.» Publishers Weekly
«Una historia atractiva y compleja, divertida en más de una ocasión, llena de luces, sombras y grandes diálogos, y con un tratamiento agudo de los personajes y los escenarios.» The New York Times
PÁGINAS DEL LIBRO
Al despertar, vio una luz acuosa en el techo blanco azulado; el sol de la mañana se reflejaba desde la piscina que había justo al otro lado de la ventana. En cuanto levantó la cabeza, el veneno lo golpeó; sed, náusea, un dolor punzante detrás de los ojos. Se dio la vuelta y sintió la calidez de la chica que estaba a su lado, desnuda y bocabajo. Alargó el brazo y, con el más delicado roce que su embotamiento le permitió desplegar, deslizó los dedos por la curva de su espalda, por sus nalgas y su muslo firme. En los primeros momentos de consciencia, no había sido capaz de recordar quién era ella. El tacto de su piel joven y fresca le devolvió el recuerdo de inmediato.
Con todo el cuidado y silencio de que fue capaz, se levantó de la cama y caminó sigilosamente sobre las baldosas hasta la silla en la que había amontonado su ropa la noche anterior. No quería despertarla, quería estar solo a pesar de su soledad.
Ya vestido, cruzó el umbral del dormitorio y salió a la enorme cocina. Era de un blanco perfecto, con destellos de acero y cristal, resplandeciente con la mañana. Bebió agua del grifo, largamente y sin respirar, con los codos apoyados en los fríos bordes del fregadero. Se mojó la mano y se frotó la cara. Cuando alzó la vista vio montañas pardas a través de la ventana de la cocina, una abrupta cresta coronada de niebla que dominaba un despejado valle verde. Era un día deslumbrante, salpicado de promesa.