
Eder. Óleo de Irene Gracia
Marcelo Figueras
Las listas de "best of" tienen miles de contraindicaciones -por ejemplo que son caprichosas, o que se convierten en concursos para ver quién recomienda los títulos más abstrusos y arcanos, propios de los cognoscenti-, y una sola argumentación a favor: que son divertidas de hacer… y de leer. ¿O acaso no nos gusta discutir mentalmente con el/la autor/a de cada Top Ten? Como el fin de año es un tiempo en el cual uno se concede indulgencias, pido disculpas de antemano por caer en la misma tentación de tantos otros y ofrezco a continuación mis propias listas -tan caprichosas y discutibles como las de cualquiera.
En materia de actuaciones de cine y TV el problema que tenemos los desubicados del Hemisferio Sur es el momento en que podemos verlas, que a menudo difiere del tiempo de los (siempre) privilegiados del Hemisferio Norte. Me encantaría incluir a la Cate Blanchett de I’m Not There, por ejemplo, porque vi la peli a su salida en DVD -o sea este año-, pero su fecha original es 2007 y eso la excluiría de su lista. Del mismo modo no puedo incluir a -por ejemplo- la Tilda Swinton de The Curious Case of Benjamin Button, en caso de que lo merezca, porque el film de David Fincher se verá en Argentina en algún momento de enero de 2009. (Como Milk, protagonizada por Sean Penn. Y The Wrestler, que marca el regreso de Mickey Rourke.) Limitándonos, pues, a las reglas de lo visto durante el 2008 calendario, propongo glorias y loas a los siguientes diez intérpretes del cine y de la TV.
El cast entero de la serie ‘The Wire’. Pocas veces la palabra francesa ensamble le ha quedado mejor a un grupo de actores. Todos y cada uno de los intérpretes de la serie de HBO -que llegó a su fin en el 2008, con su quinta temporada- aportaron su talento a una máquina perfecta que, sin duda alguna, quedará para la historia de la TV.
Elisabeth Moss. Por su papel como Peggy Olson, la ratonil secretaria-devenida-publicista de la serie Mad Men. Una actriz que procede con tanta inteligencia como falta de ego.
Martina Gusmán. El personaje de una mujer que pare y cría a su hijo en prisión se presta por definición al desmadre. Pero en Leonera Gusmán ofrece una interpretación que es un prodigio de economía y aun así conmueve.
Robert Downey Jr. Pero no por Tropic Thunder, donde su interpretación de un actor-blanco-que-hace-de-negro fue más llamativa, sino por la forma en que convirtió a un héroe de historieta, el Tony Stark de Iron Man, en un ser tridimensional.
Benicio del Toro. Por su desempeño en Che Part 1 de Steven Soderbergh, donde se preservó en cada escena de la tentación de almidonar o engolar a Guevara. Al demonio con Bond y con Bourne: el Che de Benicio es el héroe de acción del hombre pensante.
Anne Hathaway. En Rachel Getting Married interpreta un papel muy desagradecido, en las antípodas de sus heroínas de The Princess Diaries y Devil Wears Prada, y aun así logra comunicarnos su profunda humanidad.
Wall-E. Los actores de carne y hueso lo considerarán injusto, pero el equipo que consiguió arrancarle esa expresividad al robotito de latón sabe de interpretación tanto como Marlon Brando.
Daniel Craig. ¿Se puede ponderar la actuación en una película que uno encuentra horrible? Claro que sí. Yo sigo apostando a la saga de 007 a pesar de Quantum of Solace precisamente por la naturalidad con que Craig "es" James Bond.
Bryan Cranston. En la serie Breaking Bad interpreta a Walter White, un profesor de química con hijo discapacitado y mujer embarazada a quien le descubren cáncer terminal. La metamorfosis del apocado White en fabricante de metadona primero y gangster después es lo que suele llamarse un tour de force.
Heath Ledger. El Joker que interpreta en The Dark Knight tiene el histrionismo de los grandes… y transmite la inquietud y el misterio de los todavía más grandes. La versión humana del tiburón de Jaws: tan maligno como inexplicable.
Escucho sus propias sugerencias…