Clara Sánchez
Hace mucho que celebro la Nochevieja como si fuera la Nochebuena, o sea, en familia con mis padres. Desconecté de esta celebración a los veinte años, harta de no encontrar taxi para volver a casa y de pasar frío mientras lo buscaba porque era una noche para llevar medias finas y zapatos de tacón y vestido. Llegué a temer aquella noche que la gente quería alargar para poder desayunar todos juntos chocolate con churros. Acabé hasta las narices de aquel ritual. Y hasta hoy. Pero este año, año de crisis, voy a volver a las andadas, voy a celebrar la dichosa Nochevieja. Me pondré medias, zapatos de tacón y etc., aunque espero beneficiarme de la austeridad general y encontrar taxi.