Clara Sánchez
De los personajes representados por Woody Allen ya se ha hablado mucho. El Woody de sus películas, vulnerable y desorientado, somos todos, mientras que al Woody de la realidad sólo se le parecen unos pocos lúcidos y disciplinados que saben bien lo que quieren y cómo lo quieren. Eso es lo que se desprende de las entrevistas y de lo que comentan quienes lo han conocido. Insisten en su seriedad y gran capacidad de trabajo. De esta laboriosidad creativa es de donde surge su primer personaje femenino, esa flor rara llamada Annie Hall, del que posteriormente han derivado casi todos los demás y que tomó de Diane Keaton incluso su nombre verdadero (Diane Hall).