Marcelo Figueras
Me encontré diciéndome a mí mismo: ‘No pienso ver The Incredible Hulk. ¿Cuál es la gracia de una película cuyos momentos esenciales son pura animación computarizada?’ Pero me corregí de inmediato: ¿y cuál sería el problema, en ese caso? ¿Tengo yo algún problema con la animación? Por supuesto que no. Los viejos dibujos animados -en especial los clásicos de la Warner con Bugs Bunny, Sylvester & Tweety, Daffy Duck y compañía- siguen pareciéndome geniales. (No hace mucho recordé ante mis hijas que algún día quiero comprarme la colección en DVD. Las mismas hijas que suelen reírse porque son las únicas, entre sus amigas, que van a jugueterías para comprar sus regalos del Día del Padre… Esta vez me tocaron muñecos de Yellow Submarine: George Harrison y el Snapping Turk. Yo contento como perro con dos colas.) Y las producciones de Pixar me parecen geniales. Toy Story, Finding Nemo, Monsters, Inc… ¡Ya estoy marcando en mi calendario cuánto falta para el estreno de WALL-E!
Creo que los dibujos animados, o la animación digital, tienen el mismo poder narrativo que su contraparte ‘realista’… y algunas ventajas que la narrativa cinematográfica no posee. Para empezar, Bugs Bunny no cobra sueldo millonario, ni tiene rabietas de estrella ni es víctima de escandaletes en la prensa amarilla y además -créanme, esto no es poca cosa- no mantiene a un representante insoportable que no para de hacer demandas en su nombre. Esto es lo que ve uno desde el sitial profesional, como hombre del cine; pero como espectador tambien. Me resultan tan conmovedoras Mei y Satsuki, las nenitas de My Neighbor Totoro -una joya animada de Hayao Miyazaki- como Abigail Breslin en Little Miss Sunshine.
Las reglas del arte son las mismas. En último término, se trata de seducir al espectador con una combinación de sonido e imágenes en movimiento, que ‘leemos’ sobre una pantalla plana. Por eso yo no hago diferencias entre el cine ‘grande’ y las películas de animación, del mismo modo en que no privilegio literatura por sobre historieta. Se narra en la pantalla, se narra en un libro o revista: si el soporte es el mismo, las líneas generales de la narrativa también. Entre mis películas favoritas están Citizen Kane y El Padrino, pero también Totoro y El gigante de hierro y La espada en la piedra.
Seguiré sin ver Hulk, pero no porque el hombretón verde sea animado: simplemente porque no me interesa.
Y mientras tanto, a seguir esperando WALL-E.