Una vida sin fronteras

Pascal Grellety Bosviel

CONFLUENCIAS

El doctor Pascal Grellety Bosviel es un hombre particularmente constante en sus pasiones. Ha dedicado toda su vida profesional a la atención médica humanitaria, recorriendo durante 50 años cada escenario en el que se producía un conflicto, donde mujeres y hombres sufrían sin apenas esperanzas. Pero además del médico humanitario encontramos al fino observador, al escritor, al fotógrafo y al dibujante. Sus dibujos son rápidos, expresivos, simpáticamente naifs, y, cubren todas sus misiones. Álbumes repletos de anotaciones, acuarelas, fotos, recortes de todo tipo, que son un espectáculo en sí mismo. Este libro refleja una parte de su generosa y sensible vida. Pascal Grellety Bosviel formó partedel grupo de médicos que fundo Médicos sin Fronteras y Médicos del Mundo. Actualmente vive en París.

PÁGINAS DEL LIBRO

CONSAGRARSE
A LO QUE DICTA EL DESTINO

     Pascal Grellety Bosviel nació en París el 1 de junio de 1931, en el piso familiar del barrio de Ternes. Su padre, director de una clínica, llamó a uno de sus amigos, comadrón, para que atendiera el acontecimiento. El parto fue largo, duró toda la noche, pero al alba el bebé estaba allí. Su madre había pasad la tuberculosis, como su marido, por lo que no pudo darle de mamar. Fue alimentado por María, una recia suiza.

     Su infancia parisina fue feliz. Un hermanito, que nació siete años después que él, y una madre cariñosa y alegre, que cantaba y tocaba el piano y que, sobre todo, podía dedicarse plenamente a sus hijos, pues no trabajaba. Muy joven se hace scout, lo que le enseña a asumir responsabilidades, a dar cuenta de las misiones encomendadas y a sobrevivir solo en el bosque, mochila a la espalda. Es en el bosque donde completa su formación religiosa, haciendo suya la oración de los scouts, que aún recita: «Señor Jesús, enséñame a ser generoso, a servirte como mereces, a dar sin recibir, a combatir sin temor a las heridas, a trabajar sin descanso y a exponerme sin esperar otra recompensa que la de saber que cumplimos tu Santa Voluntad». 

     Muy pronto decide ser médico para darse a los otros y poder salvar a los que van a morir. Logra ser residente en un hospital de París, pero no consigue colocarse. Su padre quiere que siga estudiando un año más, pero Pascal afronta su primera revuelta y se niega. Y para hacerse comprender mejor coge un barco para América, «un país loco a donde nadie iba en aquella época», después de obtener una beca Fulbright, que le financia el viaje.

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