Un nuevo mundo feliz. Diccionario personal de los horrores y las esperanzas del mundo globalizado

Cristovam Buarque

EDITORIAL TAURUS

Resulta sorprendente la cantidad de neologismos y sinsentidos que cualquier ciudadano puede encontrar cuando lee los periódicos, ve el telediario, escucha la radio o conversa con amigos. Hasta los diccionarios parecen entrar en crisis. En el siglo XXI, las viejas palabras van perdiendo su significado mientras surgen otras, fruto de una nueva realidad. Este original libro reúne esos términos nacidos del avance de la globalización, reinterpreta las viejas nociones y sugiere otras para aproximarse a las tendencias más recientes.

Cristovam Buarque, uno de los intelectuales más inquietos y creativos de América Latina, advierte de que se está generando «un «mundo feliz» todavía más perverso que el ideado por la imaginación de Huxley. Este diccionario ofrece una visión única del lenguaje del nuevo siglo. Introduce conceptos como globocausto, modernómadas y malmigrantes, y reinterpreta bajo una nueva luz palabras aparentemente familiares como proteccionismo, pobre, crisis e izquierda.

F

FARPA

Durante la Segunda Guerra Mundial, el periodista Edmar Morel escribió un artículo titulado «Farpa no tiene que hacer cola», en el que mostraba que, mientras la mayor parte de la población de Río de Janeiro estaba sometida a un fuerte racionamiento de alimentos, una yegua llamada Farpa, del Jockey Club, se alimentaba diariamente con cuatro litros de leche pura. El reportaje provocó una enérgica reacción en los lectores, que salieron a la calle y desvalijaron algunas tiendas38. Cinco décadas después, todos los días se publican noticias sobre el excelente trato que reciben los animales de compañía, así como sobre lo que cuesta mantenerlos, sin que ello provoque ningún tipo de reacción, aunque los periódicos muestren al mismo tiempo la miseria en la que viven millones de niños y adultos. En la década de 1940, antes de que se implantase la segregación social, resultaba una ofensa que se tratara a los animales mejor que a las personas; hoy en día, esta diferencia de trato se acepta con total naturalidad debido a la indiferencia que caracteriza a la sociedad contemporánea.

FAST FOOD

Tal vez el fast food constituya el mejor ejemplo de la globalización en lo referente tanto a sus aspectos positivos como a sus aspectos negativos. Por una parte, representa la expansión, a precios relativamente bajos, de un producto de calidad propio de los países más desarrollados. Por otra parte, provoca la destrucción cultural de la gastronomía local. 

[ADELANTO DEL LIBRO EN PDF]