Ficha técnica
Título: Sobre el arte contemporáneo / En La Habana | Autor: César Aira | Editorial: Literatura Random House | Formato: tapa dura | Páginas: 112 | Medidas: 116 X 197 mm | ISBN: 9788439730835 | Fecha: ene/2016 | Precio: 9,99 euros | Ebook: 6,99 euros
Sobre el arte contemporáneo / En La Habana
César Aira
Los dos ensayos que integran este volumen fueron escritos con una década de diferencia. Sobre el arte contemporáneo es la alocución con la que César Aira inauguró el congreso Artescritura, que tuvo lugar en Madrid en 2010 y que se proponía como objetivo superar la brecha que separa a escritores y a artistas visuales.
En La Habana, en cambio, parte de un recorrido por la casa museo del escritor Lezama Lima, realizado durante una visita a Cuba en el año 2000, y desemboca en una crónica del viaje por los museos de la ciudad y los objetos que allí se exponen.
Estos dos imponentes textos de uno de los autores clave de las letras hispanas vuelven a incidir en algunos de los temas predilectos de Aira: la relación entre arte y literatura, el proceso de creación, el arte de lo incompleto y, en definitiva, la veracidad de la escritura.
[Adelanto del libro]
Mi punto de vista es el del escritor que busca inspiración, estímulo, procedimientos y temas en la pintura. Es decir, un personaje clásico, casi convencional, y casi inevitable. Un comienzo posible de la historia de la literatura, en todo caso un mito de origen, sería el del primer poema, el primer relato, como descripción o interpretación fabulosa de un dibujo o una estatua. Contarles a los amigos o a los vecinos de caverna cómo cacé un bisonte es un simple acto de comunicación, al que la lengua es puramente funcional; pero contarles la historia que sugieren esos bisontes y cazadores pintados en la pared… eso bien podría ser un anticipo de literatura. La mediación de las imágenes impone una distancia, y la distancia crea un espacio, en el que las palabras pueden resonar y multiplicar su expresión más allá de lo utilitario.
Como mito de origen es bastante dudoso, y de todos modos ya no estamos en el origen; quizás estamos en el final. Salvo que en nuestro oficio el final, o la finalidad, consiste en llegar al origen. Y cualquier origen es bueno, si sirve. Por mi parte, encabalgado en esta épica personal y dudosa de las mediaciones, he encontrado en las derivas del Arte Contemporáneo una fuente incomparable e inagotable de fantaseos productivos, y eso desde la primera infección, que tiene fecha. Fue en el año 1967, cuando compré en una librería de Buenos Aires el libro Marchand du Sel, primera compilación de los escritos de Marcel Duchamp hecha por Michel Sanouillet. Ese libro, publicado en 1959 por las ediciones Le Terrain Vague de Erik Losfeld, traía un desplegable transparente en el que estaba fotografiado el Gran Vidrio, y se ha vuelto un valioso objeto de colección -tanto que tuve que comprarme una reedición de bolsillo para no seguir manoseándolo y poder mantenerlo en buen estado por si alguna vez quiero venderlo. De la preciosa primera edición al descartable ejemplar barato, el contenido de un libro, con toda su carga de calidad e información, puede trasladarse sin pérdida. A diferencia de la imagen, la palabra escrita no necesitó de los avances técnicos para llegar a la reproducción perfecta de sí misma.