
Ficha técnica
Título: Saliendo de la estación de Atocha | Autor: Ben Lerner | Traductor: Cruz Rodríguez Juiz | Editorial: Mondadori | Precio con IVA: 16,90 euros | Formato: tapa blanda con solapas | Páginas: 208 | Medidas: 137 X 230 mm | ISBN: 9788439726708
Saliendo de la estación de Atocha
Ben Lerner
Adam Gordon, el joven protagonista de Saliendo de la estación de Atocha, disfruta de una prestigiosa beca en Madrid para llevar a cabo lo que él grandilocuentemente llama «proyecto poético». Sin embargo, también trata de desentrañar su identidad, así como su relación el arte. Animado por cantidades ingentes de café que rebaja con tranquilizantes que él mismo se prescribe, la búsqueda de Adam le llevará a conocer una ciudad que está a punto de vivir un importante capítulo de su historia.
Con una prosa que se mueve entre la tragedia y la comedia, el desdén y la burla, esta novela ha convertido a Ben Lerner en el autor más premiado de los últimos años, siendo seleccionada como mejor novela por una interminable lista de publicaciones, entre las que destacan: The New Yorker, Newsweek, The Boston Globe, The Guardian, New York Magazine o USA Today.
«Hilarante y endiabladamente inteligente, una novela llena de vida.»
Jonathan Franzen
«Si Bolaño fue nuestra adicción principal ayer –haciéndonos creer jóvenes, intoxicándonos con un sentido de las habilidades más salvajes de la literatura para cambiar la vida–, Lerner podría ser, debe ser, su equivalente local del mañana. Es sobrecogedor saber que alguien de mi generación está escribiendo con tal corazón, tanta cabeza y tanta personalidad.»
Joshua Cohen
«Sutil, sinuosa y muy divertida. Saliendo de la estación de Atocha presenta una seductora mezcla de ligereza y gravedad.»
James Wood, The New Yorker
I
La primera fase de mi investigación implicaba despertarme entre semana en un ático apenas amueblado, el primer piso que vi al llegar a Madrid, o dejarme despertar por el ruido de la plaza Santa Ana, incapaz de asimilarlo del todo en mis sueños, y luego poner la cafetera oxidada al fuego y liarme un porro mientras esperaba a que saliera el café. Cuando el café estaba listo abría la claraboya, del tamaño justo para colarme por ella subido de pie en la cama, y me tomaba el café y el porro en el tejado con vistas a la plaza donde los turistas se sentaban a las mesas metálicas con sus guías de viaje y el acordeonista ejercía su oficio. A lo lejos: el palacio y largas hileras de nubes. A continuación mi proyecto exigía volver a entrar por la claraboya, cagar, ducharme, tomarme las pastillas blancas y vestirme. Luego cogía la bolsa, que contenía una edición bilingüe de los Collected Poems de Lorca, dos libretas, un diccionario de bolsillo, los Selected Poems de John Ashbery y drogas, y salía rumbo al Prado.