Ficha técnica
Título: Rating | Autor: Alberto Barrera Tyszka | Editorial: Anagrama | ISBN 978-84-339-7234-7 | PVP con IVA: 17.90 euros | Páginas: 264 | Colección: Narrativas hispánicas
Rating
Alberto Barrera Tyzska
¿Hasta dónde está dispuesta a llegar la televisión en su desesperada búsqueda de audiencia? Esta pregunta parece respirar en todas las páginas de esta historia. Rating es una novela que explora los límites morales en el crudo mundo de los reality shows y que hurga, desde su interior, en la exitosa industria de la telenovela latinoamericana.
a novela alterna, hasta fusionarlas, la voz de Manuel Izquierdo, un guionista en plena crisis de los cincuenta, que después de dos décadas escribiendo melodramas televisivos se ha vuelto cínico y descreído, con la de Pablo Manzanares, un estudiante de literatura que quiere ser poeta y ha conseguido un trabajo menor en un canal. Desde las palabras de estos dos personajes, de estas dos experiencias que se cruzan, Barrera Tyszka propone un relato que desarrolla una sola historia y termina construyendo una única voz, apostando incluso por la creación de una sintaxis que reproduce el efecto caótico de la retórica televisiva.
lberto Barrera Tyszka vuelve a sorprendernos con una escritura ágil, por momentos vertiginosa, pero también llena de reflexión y de no pocos hallazgos literarios. Con una narración llena de humor y desparpajo, Rating ofrece una mirada crítica y compleja sobre la televisión, al tiempo que desnuda los procedimientos internos de la telenovela, una industria que es responsable de la educación sentimental de un continente y que ha hecho de la cursilería un producto de exportación.
I
No es fácil tener un jefe. No se lo recomiendo a nadie. ¿Qué hace un jefe? Te jode la vida. Te controla, te utiliza, se aprovecha de ti. Mi jefe se llama Rafael Quevedo. Es el vicepresidente de Proyectos Especiales del canal 6. Yo soy su asistente.
Supuestamente, él me está haciendo un favor, un graaaaaan favor, como dice mi mamá. Porque cada vez que puede, mi vieja me lo recuerda y lo hace así, siempre así, estirando la a, como para que yo nunca olvide el tamaño inmenso del inmenso gran favor que me está haciendo mi jefe. Fue ella la que llamó una tarde a Rafael Quevedo y le pidió, le rogó más bien, le suplicó, que me diera un trabajo en el canal. Por favor, Rafael, seguro le dijo. Te juro que si no fuera tan importante no me hubiera atrevido a molestarte. Ayúdame con esto. Algo así debió decir. Así hablan todas las madres. Y, entonces, Rafael Quevedo, para ayudar a mi mamá, me metió en el canal.