Ficha técnica
Título: Mutaciones del cine contemporáneo | Autores: Shigehiko Asumi, Raymond Bellour Catherine Benamou Nicole Brenez Fergus Daly, Nataša Durovičová, Alexander Horwath, Kent Jones, Abbas Kiarostami,Adrian Martin, Mark Peranson, Eduardo «Quintín» Antón, Jonathan Rosenbaum, Mehrnaz Saeed-Vafa, Lucia Saks | Coordinadores: Jonathan Rosenbaum y Adrian Martin | Traducción: Esther Gaytán Fuertes | Editorial: errata naturae | Colección: Los polioftálmicos | Género: Ensayo | ISBN: 978-84-937889-9-5 | Páginas: 336 | Formato: 14 x 21,5 cm. | PVP: 22,90 € | Publicación: 24 de Enero 2011
Mutaciones del cine contemporáneo
Jonathan Rosenbaum
Mutaciones del cine contemporáneo fue publicado originalmente en inglés y de forma inmediata se convirtió en un libro de culto dentro y fuera del mundo anglosajón, al ser considerado un volumen imprescindible para acercarse al horizonte cambiante y absolutamente diversificado de la producción cinematográfica actual y en términos globales.
A comienzos del siglo XXI, el corporativismo, las exigencias de maximización de los beneficios y las anquilosadas fórmulas narrativas de Hollywood parecen gobernar el mercado cinematográfico mundial. Sin embargo, y tal como demuestra este volumen, el cine contemporáneo es hoy más rico y plural que nunca.
Con el comienzo del nuevo siglo se ha hecho patente la existencia de nuevos discursos fílmicos y otras narrativas que se enfrentan al canon del relato tradicional en occidente, así como nuevas fronteras para los géneros clásicos, nuevas técnicas para la creación de la imagen fílmica digital y para su difusión a través de internet, nuevos espacios geográficos de producción absolutamente descentralizados, nuevos contextos de visionado a través de la oferta DVD, el Home Cinema y la generalización de las descargas desde la Red.
Los trabajos de críticos y cineastas reunidos en este libro, que representan a algunos de los más destacados teóricos del cine de los cinco continentes, reivindican estas mutaciones del cine contemporáneo como la prueba palmaria de la buena salud del cine, al tiempo que avalan la creación de nuevas comunidades críticas capaces de reflexionar, más allá de toda frontera geográfica o generacional, sobre el presente y el futuro del cine.
«Quizás el libro más relevante en la historia reciente de la crítica cinematográfica sea Mutaciones del cine contemporáneo de Jonathan Rosenbaum y Adrian Martin: es, probablemente, el que mejor refleja cuáles son los desafíos de la crítica en el paisaje actual». Jordi Costa (Crítico de cine de El País)
«Los editores de Mutaciones del cine contemporáneo han captado con este volumen el espíritu de nuestro tiempo, componiendo una antología que vale más que la suma de sus partes: un bombardeo de propuestas y perspectivas a través de las cuales acercarnos al horizonte cambiante del cine actual».Benjamin Halligan, Revista Senses of cinema
Prefacio
Jonathan Rosenbaum y Adrian Martin
ADRIAN MARTIN: El proyecto Mutaciones del cine contemporáneo se presentó al público por primera vez en uno de los números de 1997 de la revista francesa Trafic, en una serie de cartas recopiladas en el capítulo primero de este libro. ¿Por qué comenzaste ese intercambio epistolar, Jonathan?
JONATHAN ROSENBAUM: El proyecto empezó realmente con la grabación de una conversación entre tú y yo, en un barrio a las afueras de Melbourne en 1996. Yo estaba tratando de resolver un enigma que había surgido de algunos de mis viajes previos y mis contactos internacionales, como aquella primera carta y el paquete con tus dos primeros libros que me habías enviado inesperadamente en 1995. Lo que despertó mi curiosidad fue el haber conocido a cuatro cinéfilos profesionales sumamente cultos y muy activos, que vivían en diferentes partes del mundo, habían nacido alrededor de 1960 y tenían gustos cinematográficos muy similares, gustos que no eran los míos. El hecho de que ninguno de vosotros os conocierais (salvo Kent Jones en Nueva York y Alex Horwath en Viena) fue lo que más me intrigó, porque a los cuatro, incluida Nicole Brenez en París, os interesaba el mismo grupo de directores de cine. ¿Cuáles eran las circunstancias generacionales de esta unión inconsciente entre desconocidos, que atravesaba tantas fronteras nacionales y lingüísticas? Esto es lo que yo quería investigar en nuestro diálogo y, por razones prácticas, se acabó convirtiendo en una serie de cartas, que pedí a los editores de la revista francesa Trafic que consideraran para su publicación. El hecho de que Trafic (fundada por el difunto Serge Daney, que me invitó a ser uno de los primeros colaboradores) fuese ya muy internacional, el que se basara en la cinefilia y estuviese a favor de formas de expresión muy personales, tales como diarios y cartas, la convirtieron en una elección obvia.
Además, el hecho de que estas cartas provocaran discusiones incluso en otros países, como Holanda e Italia, en las que estaban involucrados cinéfilos más jóvenes que vosotros cuatro, sugería un desarrollo en cierto modo diferente del proyecto inicial: una exploración de lo que los cinéfilos (y, en algunos casos, los cineastas) en todo el mundo tienen en común y lo que pueden generar, impulsar e investigar al unirse de maneras distintas. A pesar de que comencé queriendo explorar el fenómeno de una cierta simultaneidad «global» inconsciente, que encontré no sólo en los gustos de determinados cinéfilos remotos, sino también en los estilos y temas de ciertos directores alejados entre sí (lo que se convirtió en mi punto de partida en el capítulo quinto, comparando a Yasuzo Masumura con varios directores norteamericanos), los intercambios internacionales y las colaboraciones que tuvieron lugar a continuación son ejemplos de simultaneidad deseada y deliberada. En otras palabras, el reconocimiento de intereses comunes, lo que incluye hacer determinadas películas y posturas críticas más accesibles y mejor conocidas. Una forma de ampliar la gama de alternativas.