Ficha técnica
Los solteros
Muriel Spark
En Queen’s Gate, en Kensington, en Harrington Road, en The Boltons, en Holland Park, en King’s Road, en Chelsea y sus remansos, los solteros se revolvían entre las sábanas, buscaban a tientas el reloj y, en el amanecer de la consciencia, miraban la hora; luego, al recordar que era sábado, la mayoría volvía a hundirse en la almohada. Aun así, dado que era sábado, casi todos salían pronto a la calle para comprar huevos y beicon, las provisiones semanales para el desayuno y las cenas ocasionales. Los solteros procuraban salir temprano, hacia las diez y cuarto, para evitar encontrarse con las mujeres: las legítimas compradoras.