Los Ortega
Julio Ortega
«Ésta es la historia de mi familia paterna, los Ortega. Escribir sobre ellos es un empeño difícil porque los Ortega fueron personas complicadas y porque uno de ellos, mi padre, fue un filósofo, un intelectual de primer rango en la España contemporánea. Creo más justo y razonable que, cuando un hombre es ilustre, la fama y los honores irradien sobre sus padres y no sobre sus descendientes; algo aportan aquellos al triunfo de sus hijos, sea el peculiar ritmo en la hélice de su ADN, sea la atención, el aliento o el ejemplo que supieron darle.» José Ortega Sporttorno
Reseña:
«Desde el ámbito de lo privado al barullo de lo público, Los Ortega recupera, cuenta, analiza, padece o celebra más de cien años de luces y sombras de un país.» El País
PRÓLOGO
JOSÉ ORTEGA SPOTTORNO (1916-2002)
LA SOMBRA DEL PADRE ES ALARGADA
Andrés Ortega Klein
La fuerza vital guarda sus misterios. José Ortega Spottorno, mi padre, terminó de escribir este libro -pensado y trabajado a lo largo de muchos años, casi se puede decir que de toda su vida- estando ya muy enfermo de cáncer. Aguantó hasta completarlo y luego se dejó morir, a los ochenta y cinco años de edad. El más joven de los hermanos, de una familia longeva por la parte Spottorno, fue el primero en fallecer. «Que me cuiden el libro», fue uno de los últimos encargos que me hizo, pues no llegó a revisarlo ni a ver las pruebas. «La verdad es que en todos los momentos importantes de mi vida he sentido siempre a mi padre dentro de ella», terminan las páginas que el lector tiene entre sus manos. Eso lo pueden, lo podemos, decir muchos. Sin embargo, haber sido uno de los hijos de José Ortega y Gasset, y el que continuó con sus iniciativas editoriales su labor como difusor de cultura, debió de resultar otra cosa.
Previo ensayo con la deliciosa e interesante Historia probable de los Spottorno, escribió Los Ortega desde una cierta altura vital, desde una edad y una distancia que no son las mías aún, el tercero de sus hijos. No tendría sentido hacer aquí una detallada descripción de su vida y de sus emprendimientos, que han marcado este país: la reanudación de las ediciones de Revista de Occidente en el erial cultural de la posguerra civil y la dictadura franquista, y del propio mensual que había lanzado su padre; de Alianza Editorial, que con sus libros de bolsillo revolucionó la oferta para toda una generación que sería la protagonista en la Transición a la democracia, Transición en la que el diario El País, que él fundó, tuvo un papel destacado. Bajo la dirección de la historiadora Mercedes Cabrera, con una magnífica biografía de Javier Zamora Bonilla y capítulos de otros colaboradores, de esto precisamente trata el libro colectivo José Ortega Spottorno (1916-2002). Un editor, puente entre generaciones, publicado por Alianza Editorial con ocasión del centenario del nacimiento de José, que coincide con los cincuenta del libro de bolsillo de Alianza y los cuarenta del periódico. (Lo llamo aquí José, aunque mis hermanos y yo siempre le decíamos «papá», y su nombre de bautizo era José Diego Bienaventuranza de la Santísima Trinidad, un nombre tradicional en una parte de la familia.) En ese libro queda claro que la labor de José como editor sirvió de puente cultural entre la España de los años anteriores a la Guerra Civil y la de la Transición a la democracia, idea planteada por la propia Cabrera. Esa primera etapa fue una de las más ricas intelectualmente hablando de este país, y en ella la figura más destacada fue su padre, José Ortega y Gasset, a quien su fiel Fernando Vela describió no como un personaje sino como «un acontecimiento». Marcó al hijo en su vida personal y profesional, como no podía ser de otra manera.
Todo lo que hizo José no fue por afán de enriquecimiento o de poder, que nunca le interesó, aunque sí vivir bien sin aficiones onerosas -de hecho, sin aficiones-, sino por entusiasmo propio y por sentido del deber vital, en una línea marcada por su padre, José Ortega y Gasset, y otros antepasados ligados a El Imparcial o El Sol, periódicos de referencia en sus días.