Ficha técnica
La piel que habito
Pedro Almódovar
Además de años de estudio y experimentación, Robert necesitaba una cobaya humana, un cómplice y ningún escrúpulo. Los escrúpulos nunca fueron un problema, no formaban parte de su carácter. Marilia, la mujer que se ocupó de él desde el día que nació, es su cómplice más fiel, nunca le fallará. Y respecto a la cobaya humana…
Al cabo del año desaparecen de sus casas decenas de jóvenes de ambos sexos, en muchos casos por voluntad propia. Uno de estos jóvenes acaba compartiendo con Robert y Marilia la espléndida mansión, El Cigarral. Y lo hace contra su voluntad…
Pasada la primera cancela, siguiendo un camino de tierra, rodeado de arbustos y olivos, a unos doscientos metros de distancia, hay otra puerta, tan alta como la primera, que continúa en un muro periférico que protege y limita la vivienda. Esta segunda puerta da a un primer patio que a su vez termina en un portón por el que se accede a la parte noble de la vivienda. En el primer patio, una puerta comunica con la cocina, que en su interior tiene otra puerta que se abre a un office por el que se accede al amplio vestíbulo de la vivienda.
Más allá del portón hay otro patio, el patio de los naranjos, un garaje y una puerta por la que se adivina un jardín…