Experiencia de la ausencia

Oriol Alonso Cano

ANTHROPOS

Experiencia de la ausencia muestra las insuficiencias del pensamiento científico en el momento de abordar su estudio acerca de la experiencia humana. En la obra se plasma la realidad de un estrato de la experiencia que se escabulle de los tentáculos de la representación conceptual y de las tipificaciones normativas que pretende establecer el paradigma científico. El horizonte originario de la experiencia, toda su dimensión prerreflexiva, no puede ser captada por el experimentalismo científico ni definirse por las leyes que dominan el desarrollo de la ciencia contemporánea. Por ello, la neurociencia, como disciplina que se arroga el derecho de estudiarla con exclusividad, fracasa reiteradamente en su tentativa. Únicamente un quiasmo metodológico, un diálogo perpetuo entre las diversas áreas que configuran el entramado del estudio humano, podrá generar instancias conceptuales dinámicas y dúctiles que, a su vez, palpen ese horizonte de sentido originario, aun a sabiendas de que jamás lo apresarán plenamente.

PRESENTACIÓN

     El texto de Oriol Alonso Cano que ahora se publica recorre un escenario viejo como la primera respuesta del hombre y nuevo como su última pregunta. Es natural, por tanto, que se camine por senderos paralelos: el marcado por los límites del conocimiento humano y el que viene señalado por las sucesivas tentativas de transgresión de estos límites. Aunque los especialistas acostumbran a tener claras las fronteras de su territorio, lo cierto es que la indagación en la naturaleza del hombre exige, cada vez con más frecuencia, el recurso a las travesías inciertas que desafían la rigidez de las clasificaciones.

      Entre los muchos méritos del libro de Oriol Alonso Cano uno de los más decisivos es haber aceptado este desafío, combinando, con prudencia y audacia simultáneamente, las posibilidades de ciencia, filosofía y arte. En la época en que la gran epopeya de la neurología, que nos introduce en el universo interior del cerebro, no siempre va acompañada de una exaltación de la inteligencia y de la sensibilidad parece recomendable, como hace Oriol Alonso Cano, volver a establecer la genealogía de algunos de los grandes temas de la reflexión humana. Nuestro tiempo, a menudo atrapado en sus propias paradojas, requiere nuevas perspectivas utópicas, nuevos deseos, por más que nuestra cultura parezca escarmentada ante el trágico fin de las utopías románticas e ilustradas.

      La obra de Oriol Alonso Cano incide en esta búsqueda de renovados horizontes para el ser individual y para la colectividad humana. Lo estético aparece, una vez más, como el puente de comunicación entre nuestras dimensiones intelectual y moral. Se trata, en consecuencia, de una lectura completamente recomendable. El lector encontrará en este texto lleno de conocimiento, tanto de atrevimiento en las preguntas como catarsis en las respuestas. Y esto es, en definitiva, lo que pedimos a la filosofía.

RAFAEL ARGULLOL
Barcelona, 2014

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