
Ficha técnica
Título: El ciego en la ventana | Autor: Juan Antonio Masoliver | Editorial: Acantilado | Colección: El Acantilado, 300 | Género: Novela | ISBN: 978-84-16011-23-0 | Formato: 13 x 21 | Páginas: 144 | PVP: 14,00 euros
El ciego en la ventana
Juan Antonio Masoliver Ródenas
Escribe Juan Antonio Masoliver Ródenas que la nostalgia es un espejismo al que es preciso combatir, porque recoge e idealiza un pasado que muy probablemente no existió y que nos obliga constantemente a darle forma. El ciego en la ventana es precisamente una reconstrucción desgarrada de la memoria del autor: el discurso del ciego no se desarrolla en una narración, sino en un alud de imágenes vividas, otras recordadas y otras fantaseadas, con escenas estremecedoras por la lucidez de quien parece hablarnos desde la muerte, instalado en el ocio de la dimensión donde no existe el tiempo. Masoliver Ródenas increpa a conocidos y enemigos, a los amores no correspondidos y a los que sí tuvieron respuesta, en este libro que es también una aceptación del paso del tiempo y del acercamiento al final del trayecto.
«Un libro proteico, multigenérico, muy personal, con el desgarrado testimonio de sus vivencias presentes y la memoria literaturizada de los recuerdos del pasado. El ciego en la ventana es un texto reflexivo y confesional, ingenioso y libérrimo, generado como exudación íntima en que vida y literatura se mezclan y confunden en cada página». Ángel Basanta, El Mundo
«En las monotonías de Masoliver sueño y realidad se confunden envueltos en palabras. Los retratos de amigos y conocidos, gente extraviada, tiene un toque de irrealidad: el escritor desfasado, el profesor solitario y enamoradizo, el crítico arrogante y envejecido, el bibliotecario furtivo. Retratos de otros o reflejos de uno mismo, de lo que se ha sido y de lo que pudo ser. La estructura porosa, recortada y dispersa de El ciego en la ventana, sin conclusión, permite, en los diferentes tamaños, intenciones y carnaduras de los textos una profundidad próxima a la poesía». Julià Guillamon, La Vanguardia
cuatro de la madrugada, y nada en ella hace llorar si no es de risa. Porque si nos vemos es precisamente para reírnos de los que se lo merecen, que son muchos. Precisamente, fue Cristina la que me dijo: «¿Y por qué no entrevistas a Masoliver? Te lo agradecerá. Está pasando un mal momento, él creía que al regresar de Londres todo serían honores y reconocimientos, pero se le ha seguido ignorando, cuando no despreciando». Me pareció una buena idea. Por suerte, Masoliver ha publicado poco, y repasar su trayectoria literaria me iba a llevar sólo unos días. En cuanto a sus casi cuarenta años en Londres, él mismo se encargaría de contarme lo que le pareciera más interesante. Lo consulté con La Vanguardia, periódico en el que él había colaborado regularmente como polémico crítico literario, resentido para algunos por su falta de éxito como novelista y poeta, elitista para otros, como si en lugar de vivir en un suburbio de Londres hubiese estado dando clases en Oxford como Javier Manías o Jordi Doce.