Ficha técnica
Título: Daniela Astor y la caja negra | Autor: Marta Sanz | Editorial: Anagrama | Colección: Narrativas hispánica | Género: Novela | ISBN: 978-84-339-9762-3 | Páginas: 272 | e-book: 12,99 | PVP: 16,90 € | Publicación: 2013
Daniela Astor y la caja negra
Marta Sanz
Susana Estrada enseña un pecho mientras Enrique Tierno Galván le entrega el galardón concedido por un periódico. Amparo Muñoz es coronada miss Universo y María José Cantudo protagoniza el primer desnudo integral del cine español en La trastienda de Jordi Grau. Marisol aparece desnuda en la portada de Interviú y Bárbara Rey presenta un programa de variedades sentada en un sillón de mimbre a lo Emmanuelle. La jovencísima Sandra Mozarowsky muere al caer desde el balcón de su casa. Los rumores y especulaciones llegan hasta los blogs de la actualidad. Es la época del fantaterror, la tercera vía y el destape. El desnudo femenino se intelectualiza a la vez que se va consolidando como bien de consumo.
Mientras suceden estas cosas, Catalina come miga de pan para que le crezcan las tetas, lee a hurtadillas revistas del corazón, tiene un amor secreto y se encierra en su cuarto para jugar con Angélica, su mejor amiga. Allí dejan de ser ellas para convertirse en Daniela Astor y Gloria Adriano, trasuntos de esas actrices que empiezan a crear un estereotipo que no se corresponde con el de la madre de Cati, Sonia Griñán, que trabaja como enfermera de un odontólogo y tiene muchas ganas de aprender; ni con el de la madre de Angélica, Inés Marco, profesora de sociología en la universidad. Las niñas viven en un mundo paralelo hasta que la realidad da un giro imprevisto y tanto Angélica como Catalina han de mirar de frente las cosas que pasan. Recolocar el mundo. Decidir quiénes son y qué significa ser una mujer admirable.
Daniela Astor y la caja negra es una novela que, contrapunteando la voz en primera persona y el falso documental, se plantea preguntas sobre los límites del pudor y sobre qué significa la liberación de las mujeres. Habla de cómo se relacionan la realidad y sus representaciones, y de cómo esas representaciones a menudo se escriben con un lenguaje ajeno que, en este libro, Marta Sanz hace suyo a través de una potente mezcla de violencia y de ternura, de sentido del humor y de sentido crítico. Daniela Astor y la caja negra habla de las metamorfosis, la herencia y la memoria del cuerpo. De la rivalidad y la solidaridad. Es una novela sobre la Transición que elige un punto de vista con el que aún no se había narrado: el de las preguntas que se hacen las mujeres, su inquietud y sus bellas imágenes.
PÁGINAS DEL LIBRO
Me llamo Catalina Hernández Griñán. Tengo doce años. Mi madre es de pueblo. No me gusta el pescado frito. Como pollo y migotes. Estoy flacucha. Saco muy buenas notas. Mi color preferido es el verde esmeralda. Mi chica más guapa del mundo es Amparo Muñoz.
– ¿A quién prefieres, a Blanca Estrada o a Susana Estrada?
Las mujeres de nuestro mundo son la combinación de un nombre y un apellido: Susana Estrada, Blanca Estrada, Rocío Dúrcal, Mónica Randall, Silvia Tortosa.
– ¿Qué nombre te gusta más, Silviatortosa o Rociodúrcal?
En la leonera me llamo Daniela Astor.
– ¿Daniela o Gabriela?
– Daniela Astor.
Tengo veintitrés años. Nací en Roma. Mis medidas son 90-60-90. Soy rubia natural. Llevo pestañas postizas y tengo un lunar sobre el carnoso labio superior. Mis ojos son de color violeta.
– ¿Violeta o azul?
– Violeta. Definitivamente, violeta.
Hablo tres idiomas, aunque dos de ellos los hablo mal, y esa imperfección convierte mi acento en gracioso y atractivo. Sé conducir. Tengo un coche descapotable y un apartamento enmoquetado con un gran vestidor de paredes tapizadas en raso azul. Luz tenue. En una esquina del salón hay una barra de bar y unos taburetes. El alcohol no me afecta. Desprendo un aroma magnético que hace que los hombres se queden prendidos a mis curvas, pero también a mis ángulos. Ésa es la gracia. Hago películas. Mi cama tiene dosel. Guardo secretos. Me desnudo por exigencias del guión. Me encanta esquiar en los Alpes.