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Blogs de autor

Un extraordinario jardín de canciones

Por 21 de agosto de 2007 Sin comentarios

Marcelo Figueras

Me enamoré de la música de Charles Trénet de manera un tanto insólita. Por supuesto, conocía sus canciones más populares como la mayor parte de la gente: desde Que reste-t-il de nos amours? a La Mer (que mis hijas conocen como Beyond the Sea gracias a Finding Nemo), y desde Ménilmontant a Je Chante, se trata de melodías que llevamos grabadas en la memoria sin que sepamos dónde y cuándo las oímos por primera vez; a esta altura, no sería desatinado decir que forman parte de nuestro inconsciente colectivo.

Mi amiga Silvina Senn supo por este blog que yo estaba viviendo una etapa de febril Brelmanía (como en, admiración ferviente por las canciones de Jacques Brel) y desde su refugio parisino me avisó de la llegada a Buenos Aires de un espectáculo que supuso me gustaría: el cantante Jacques Haurogné y el pianista Ezequiel Spucches iban a presentarse en Clásica y Moderna, con un repertorio lleno de joyas de la canción francesa.

Haurogné y Spucches revisitaron clásicos como Les Féuilles Mortes de Jacques Prévert y Ne Me Quitte Pas de mi adorado Brel (canción que me hace llorar cada vez que la escucho, como el Aleluya de Leonard Cohen en versión de Jeff Buckley), alternándolos con la interpretación que hizo Spucches de autores argentinos como Alberto Ginastera. (Ezequiel tocó una Danza del Gaucho Matrero prodigiosa: esas manos parecían tener vida propia.) Pero el grueso del espectáculo se lo dedicaron a las canciones de Trénet. La voz de Haurogné brilló en Le Jardin Extraordinaire y también en Y’a d’la joie, es un cantante de técnica impecable. Tratándose de un pianista de formación clásica, Spucches mostró una versatilidad infrecuente: se movió como pez en el agua entre las formas tradicionales de la canción francesa y el swing del jazz que la música de Trénet suele demandar al mismo tiempo.

Al escuchar Au Bal de la Nuit por primera vez, me dije: esta es una canción de Brel. Estaba segurísimo, la canción tenía todas las marcas del belga, la melodía juguetona, el fraseo, los versos insolentes y perfectos. Cuando descubrí que en realidad era una canción de Trénet, entendí que no habría habido Brel sin Trénet y que era hora de que yo hiciese los deberes. Al llegar a casa en la madrugada me puse a googlear como loco, tanto para desasnarme respecto de su historia (me quedé pensando en un aspecto que la película La Mome / La Vie en Rose también soslayaba respecto de la vida de la Piaf, esto es la actuación de los artistas franceses durante la ocupación alemana) como para escuchar todas las canciones que pudiese. Y aquí estoy todavía, espiando apenas la punta del iceberg: ¡Trénet tiene registradas más de mil canciones!

Así que tengo Trénet y Brel para rato, y a través de ellos acceso a algunas de las más maravillosas canciones que se hayan escrito nunca: las más alegres, las más románticas y las más tristes. Déjenme, pues, agradecer a Silvina, a Haurogné y a Spucches como se debe, y de paso al Boomeran(g) que ofició de tejido conectivo, porque el descubrimiento de un artista maravilloso es un regalo de esos que no tienen precio.

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Marcelo Figueras

Marcelo Figueras (Buenos Aires, 1962) ha publicado cinco novelas: El muchacho peronista, El espía del tiempo, Kamchatka, La batalla del calentamiento y Aquarium. Sus libros están siendo traducidos al inglés, alemán, francés, italiano, holandés, polaco y ruso.   Es también autor de un libro infantil, Gus Weller rompe el molde, y de una colección de textos de los primeros tiempos de este blog: El año que vivimos en peligro.   Escribió con Marcelo Piñeyro el guión de Plata quemada, premio Goya a la mejor película de habla hispana, considerada por Los Angeles Times como una de las diez mejores películas de 2000. Suyo es también el guión de Kamchatka (elegida por Argentina para el Oscar y una de las favoritas del público durante el Festival de Berlín); de Peligrosa obsesión, una de las más taquilleras de 2004 en Argentina; de Rosario Tijeras, basada en la novela de Jorge Franco (la película colombiana más vista de la historia, candidata al Goya a la mejor película de habla hispana) y de Las Viudas de los Jueves, basada en la premiada novela de Claudia Piñeiro, nuevamente en colaboración con Marcelo Piñeyro.   Trabajó en el diario Clarín y en revistas como El Periodista y Humor, y el mensuario Caín, del que fue director. También ha escrito para la revista española Planeta Humano y colaborado con el diario El País.   Actualmente prepara una novela por entregas para internet: El rey de los espinos.  Trabajó en el diario Clarín y en revistas como El Periodista y Humor, y el mensuario Caín, del que fue director. También ha escrito para la revista española Planeta Humano y colaborado con el diario El País. Actualmente prepara su primer filme como director, una historia llamada Superhéroe.

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