
Eder. Óleo de Irene Gracia
Jorge Eduardo Benavides
Pese a tratarse de un recurso muy frecuente en la literatura -y por supuesto en el cine- el flash back requiere un poco de atención, mucha práctica y muchísima más audacia para atrevernos a romper la linealidad del discurso y la coherencia de la sintaxis que es habitual en un cuento. El flash back no se anuncia, casi no se advierte, deja un poco descolocado al lector porque esa es precisamente su esencia: un fogonazo del pasado en la superficie del presente. Hemos visto que en un gran número de cuentos que «no se han atrevido» a dar ese pequeño paso que se necesitaba para cumplir con la consigna. El flash back requiere mucha rapidez, un ritmo (¿recuerdan la clase acerca del ritmo?) mucho más rápido que permita filtrar los destellos del pasado sin que el lector se sienta excesivamente sorprendido, pues ya está inmerso en un texto que se propone veloz, algo caótico. Pero si la elaboración del texto es pulcra, excesivamente conservadora, resultará muy difícil elaborar el flash back. Vamos a verlo mejor con los ejemplos elegidos esta semana.