Jorge Eduardo Benavides
Queridos amigos
Tanto Eva como yo estuvimos de viaje y nos resultó imposible coordinar el trabajo de esta semana para que pudiera colgarse el viernes, como pretendemos que sea siempre. Además recibimos un verdadero alud de textos que nos esperan para su lectura. Les pedimos nuestras más sinceras disculpas por el retraso. También por el pequeño desbarajuste que ha significado no ver la página a tiempo y advertir que muchos se han soltado el pelo, como se dice en España, y han hecho alarde de «creatividad», aunque también ha habido un poco de mala leche, de manera que les rogamos encarecidamente que no vuelva a suceder: no queremos que nuestra página (la de todos) sea una filial de la Gestapo y simplemente necesitamos que los comentarios sean eso: comentarios. No insultos ni descalificaciones…ni mucho menos amenazas. Lo dijimos al principio: éste no es un blog al uso, es un curso gratuito y a quien no le guste la forma como lo manejamos no tiene más que dejar de asistir. Puede dar su opinión, claro, pero hay maneras y maneras de hacerlo.
Como hemos visto en las tres últimas clases, la creación de un personaje requiere fundamentalmente que los narradores creamos sinceramente en él, que no lo tratemos como si fuera un simple instrumento para el desarrollo de la anécdota, incluso en aquellos casos en los que su participación en el relato resulte muchas veces mínima, apenas insinuada en las páginas que escribimos. Y para ello es necesario que conozcamos cómo es físicamente, cómo es su personalidad, cuáles sus gustos, y sus preferencias, sus filias y fobias, algo acerca de su pasado, incluso cuando muchas veces esa información no aparezca en el texto. A eso se refería Hemingway cuando hablaba del iceberg que contiene un relato: la porción del texto que se encuentra sumergida, oculta y cuya presencia lastra la parte emergente de la historia, lo que el lector lee. Naturalmente, esto ocurre con todo el texto, pero creemos que de manera fundamental con el personaje. Y eso precisamente es lo que hemos intentado que descubran en todos estos ejercicios correspondientes a los personajes, especialmente en el último, pues una foto puede ser un excelente punto de partida para imaginar la vida de nuestros protagonistas, como ha ocurrido con los ejercicios que hemos elegido y los que esta semana empezaremos a devolver a los correos con nuestras sugerencias y comentarios.
Saludos a todos
Jorge