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La post movida

Por 27 de febrero de 2017 diciembre 23rd, 2020 Sin comentarios

Joana Bonet

Tanto que se rieron del talante, santo y seña de la era Zapatero –que tiene la misma raíz etimológica que talento, según el Corominas– y ahora el llamado nuevo PP es el no va más de la sensibilidad y la cercanía. El caso es que el Ministro Méndez de Vigo me llama a capítulo después de rajar en una columna sobre la ausencia de modelo cultural español, a años luz del caso francés. Don Méndez me invita amablemente a que su equipo de especialistas me expliquen el Plan 20.20, porque hoy la cultura se envuelve de números-bandera. Hay voluntad e impulso. Pero antes tienen que sacar las grapas oxidadas con las que clavetearon la cultura. El todo Madrid dice que Méndez de Vigo es “un hombre de diálogo”. Siempre me ha alarmado este sintagma rimbombante aplicado a un político, ¿o la capacidad de diálogo no debería de ser una característica obligada para cualquier gestor público? También “es un señor”, y eso significa por encima de todo que es un hombre bien educado. 
Durante la semana de la moda, charlo con Ágatha Ruiz de la Prada. De ella también se dice que “es una señora”, sobre todo después de declarar que pasaría el disgusto de la dejación de su marido igual que una gripe larga. La conozco desde hace mil años; vendía su ropa en la tienda de Pepa Domingo. A Pepa hay que hacerle un homenaje corriendo. Gracias a ella pudieron comer muchos diseñadores post-movida a quienes compraba sus colecciones y les montaba desfiles al lado de la Paeria, desde Sybilla, Manuel Piña, Lydia Delgado, Kima Guitart o la propia Ágatha … Pepita, que tiene una belleza morena e italiana, me bautizó en sus mares y  me contagió su capacidad de asombro por todo aquello que era audaz entre costuras. En ocasión me llegó a vender un aro de Ágatha. Y con él, incauta  jovenzuela me fui a cubrir la primera edición del Premio de Ensayo Josep Vallverdú. Aún había gobernador militar, y ante la estupefacción de las autoridades el mando cortó el hielo con retranca y cortesía, era 1984, los tiempos no cambiaban, se desbocaban. Ágatha ahora está suelta del todo. Su desfile fue una declaración de vida, y no de “vida después de Pedro J”, sino de todo lo que siempre ha sido ella. Me cuenta que durante años vivió de puntillas. Más pendiente, contenida, acompañando aquí y a allá al superperiodista que se ponía sus corbatas de nubes. La suya fue una explosión de magdalenas y donuts de colores. Una demostración del espíritu ochentero que agathizó el mundo de la ropa infantil, la decoración, los perfumes y todo lo que tocaba, hasta convertirse en un gigante. Lo suyo también fue una explosión de poder: Aguirre, Cifuentes, el ex editor de su exmarido, Antonio Fernández Galiano, Rafael Ansón, el torero Francisco Rivera y su mujer, Beatriz de Orleans…Todos en pie al terminar el desfile. Y una Ágatha, liberada se convirtió en corazón. 
 
Hace unos días, Joaquín Sabina nos invitó a un grupo de periodistas a escuchar su nuevo disco en las oficinas de Sony Music, que tiene algo de guardería de diseño. En una pantalla iban apareciendo las letras de “Lo niego todo”. Allí me encontré con el colega y poeta Antonio Lucas, que persigue el esplín de la ciudad y hace literatura en el mítico José Alfredo, un bar donde muchos periodistas se han dejado la nómina. Sabina está regio. Sereno. Habla directo como siempre, confiesa que sus musas estaban viudas, que les habían salido varices, que les olía el aliento. Hasta que llegó un clima de felicidad creativa, y las musas rejuvenecieron. Sabina confiesa: “Las canciones siempre se quedan lejos de cómo uno las había soñado. Al menos éstas no me dan vergüenza”.  Suele afirmar que sus dibujos no son arte ni sus canciones no son poesía, pero es uno de los superventas de Visor, junto a Benedetti, y sigue llenado salas y estadios a los dos lados del charco.
La nostalgia ochentera es recogida hoy por las nuevas generaciones que beben del histórico Club Blitz de Londres o de las noches de El Sol. Alejandro Gómez ‘Palomo’, ha desfilado en Nueva York con Malia Obama, la hija del ex presidente de Estados Unidos, en primera fila. Es el único español nominado en los premios LVMH. Y su nueva colección, inspirada en "La Ley del Deseo", contó con la bendición del mismísimo Almodóvar. Efebos iluminados y barrocos que posan en las azoteas del Barrio de las Letras demostrando que la máxima expresión de la moda es su capacidad de provocar.
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Joana Bonet

Joana Bonet es periodista y filóloga, escribe en prensa desde los 18 años sobre literatura, moda, tendencias sociales, feminismo, política y paradojas contemporáneas. Especializada en la creación de nuevas cabeceras y formatos editoriales, ha impulsado a lo largo de su carrera diversos proyectos editoriales. En 2016, crea el suplemento mensual Fashion&Arts Magazine (La Vanguardia y Prensa Ibérica), que también dirige. Dos años antes diseñó el lanzamiento de la revista Icon para El País. Entre 1996 y 2012 dirigió la revista Marie Claire, y antes, en 1992, creó y dirigió la revista Woman (Grupo Z), que refrescó y actualizó el género de las revistas femeninas. Durante este tiempo ha colaborado también con medios escritos, radiofónicos y televisivos (de El País o Vogue París a Hoy por Hoy de la cadena SER y Julia en la onda de Onda Cero a El Club de TV3 o Humanos y Divinos de TVE) y publicado diversos ensayos, entre los que destacan Hombres, material sensible, Las metrosesenta, Generación paréntesis, Fabulosas y rebeldes y la biografía Chacón. La mujer que pudo gobernar. Desde 2006 ejerce de columnista de opinión en La Vanguardia.

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