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Élites acalladas

Por 2 de enero de 2017 diciembre 23rd, 2020 Sin comentarios

Joana Bonet

Hace algunos años, la palabra ‘élite’ se utilizaba tanto para inmobiliarias como agencias de modelos o discotecas. A menudo se empleaba con ligereza; era una clave pretenciosa, pues ninguna élite se autodenomina de tal forma. La distinción siempre ha sido un asunto controvertido. Por un lado, representa la excelencia, el vértice de la pirámide que se hace admirar y suscita deseos de emulación, mientras, por otro, azuza el resentimiento a la vez que produce rechazo o incluso cabreo.
La lucha de clases no es ni mucho menos un asunto superado, y prueba de ello es el auge del populismo –palabra del año para Fundéu–, que ha implicado la traición a las élites liberales en la victoria de Trump o en la del Brexit. Dar la espalda a las minorías rectoras parece ser garantía de éxito, así lo ha demostrado la personalidad hiperbólica del nuevo Presidente de EEUU, quien ha conseguido que su patrimonio millonario no le restara apoyos. Porque Trump no es un rico de toda la vida sino un parvenu cuyo padre empezó a ganar dinero gracias a un burdel.
 
“Casta” denominaron los podemitas, al estilo de ciertos politólogos italianos, al extracto social y económico más elevado, al establishment, trazando una línea imaginaria entre “la gente” y las “cúpulas”. Y enardeciendo a la plaza, aunque olvidando que ellos también ellos pertenecen a una minoría selecta. Pero, el hecho de juzgar todo aquello que posee una categoría superior da buenos réditos.
 
Hoy, se  han impuesto costumbres más sencillas condicionadas por la crisis: se comparten viajes en coche, hemos regresado al tupper, e incluso la vicepresidenta del gobierno compra en Primark (aunque con chófer y en segunda fila). Leo en The Economist que la obsesión por las élites es relativamente reciente. “La referencia más antigua en el Diccionario Inglés de Oxford (OED) data de 1823, en singular, tomado de un participio pasado en francés, que significa ‘elegido’". Los cambios sociales de la década de los 60 animaron a rebelarse contra la autoridad y sus garantes. Actualmente, se suele utilizar el plural, lo que automáticamente le añade un punto aún más peyorativo, o se adjetiva in crescendo lo no se acaba de entender o refiere gustos minoritarios: “demasiado elitista”.
 
Existe un peligro latente en el aborrecimiento de las élites, y no me refiero solo a las económicas, políticas o intelectuales, sino a las formadas por investigadores, filósofos, artistas, chefs o músicos. Mientras la publicidad busca las mil maneras para tratar a cada cliente como si fuera único, resaltando la exclusividad así como el trato personalizado –dos características propias de un servicio superior–, las élites permanecen más silenciosas que nunca, ejerciendo un poder que no se manifiesta, ocultándose para no provocar Su historia no está escrita porque ha podido más el complejo que la curiosidad.
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Joana Bonet

Joana Bonet es periodista y filóloga, escribe en prensa desde los 18 años sobre literatura, moda, tendencias sociales, feminismo, política y paradojas contemporáneas. Especializada en la creación de nuevas cabeceras y formatos editoriales, ha impulsado a lo largo de su carrera diversos proyectos editoriales. En 2016, crea el suplemento mensual Fashion&Arts Magazine (La Vanguardia y Prensa Ibérica), que también dirige. Dos años antes diseñó el lanzamiento de la revista Icon para El País. Entre 1996 y 2012 dirigió la revista Marie Claire, y antes, en 1992, creó y dirigió la revista Woman (Grupo Z), que refrescó y actualizó el género de las revistas femeninas. Durante este tiempo ha colaborado también con medios escritos, radiofónicos y televisivos (de El País o Vogue París a Hoy por Hoy de la cadena SER y Julia en la onda de Onda Cero a El Club de TV3 o Humanos y Divinos de TVE) y publicado diversos ensayos, entre los que destacan Hombres, material sensible, Las metrosesenta, Generación paréntesis, Fabulosas y rebeldes y la biografía Chacón. La mujer que pudo gobernar. Desde 2006 ejerce de columnista de opinión en La Vanguardia.

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