
Jesús Ferrero
Todo rostro es un milagro, como toda vida.
La vida es lo más raro dentro de una larga extensión de muerte, dentro de una larga extensión de materia sin conciencia.
Todo aquel que nace es el resultado de una vertiginosa selección desde el origen del tiempo…
… y todo rostro está como unido a una cuerda cósmica. Es como un cristal chispeante dentro de un impensable juego de abalorios.
En el fondo, es asombroso que todo rostro deje de ser extraño al ser mirado, como si todo rostro llevara impresa en él la marca de un antiguo reconocimiento, de una antigua y reconocible esencia de humanidad.