
Jesús Ferrero
Las sociedades oscuras eligen a líderes oscuros en los que proyectar su propia oscuridad.
Las sociedades cobardes eligen a líderes cobardes en los que proyectar su propia cobardía.
Las sociedades mediocres eligen a líderes mediocres en los que proyectar su propia mediocridad.
Las sociedades racistas eligen a líderes racistas en los que proyectar su propio racismo.
Las sociedades amargas eligen a líderes amargos en los que proyectar su propia amargura.
Y así hasta el infinito.
Los líderes no resuelven nuestros problemas, los agrandan y son nuestra gloriosa proyección en la nada.
No resuelven tu desdicha. La expanden y la multiplican.
No resuelven tu confusión. La expanden y la multiplican.
No resuelven tu cobardía. La expanden y la multiplican.
No son diferentes a ti y están tan inseguros como tú. Si confías en ellos demasiado y les das mucho poder, multiplicarán exponencialmente tus pequeñas desgracias hasta convertirlas en desgracias gigantescas.
Si los dejas, se convertirán en la expansión nuclear de la miseria.
No los guían los principios, los guía el delirio interpretativo, lo mismo que a sus fieles, pero elevado a la enésima potencia.
El sueño de la razón puede producir monstruos, pero nunca tan monstruosos como los que generan la oscuridad, la mediocridad y la confusión.