Jean-François Fogel
Una entrevista a Michael Shifter, el vice-presidente de Inter-american dialogue, en El Colombiano es una excelente oportunidad de escanear todo el continente en pocas palabras.
Lo interesante en un ejercicio como éste, es decir, una síntesis que lo abarca absolutamente todo, es comprobar cómo todos los problemas se pueden resumir en tres temas: ambición de poder de personas que ya mandan en su país pero buscan mantenerse como presidente a largo plazo o ampliar su poder, corrupción y, claro, desigualdad.
Kirchner, Morales, Oviedo, Chávez, Uribe, etc. cuentan una misma historia: un poder presidencial frente a un país que vive en gran parte apartado de sus instituciones (políticas, económicas, judiciales…). En el caso de Uribe y Chávez existe un cara a cara específico cuyo desenlace es el tema más caliente del continente.
Shifter, hombre prudente –lo que explica la influencia de su ONG en ambas Américas- entrega su visión con relación a los nuevos socialismos del continente en una frase clave: “No hay casos exitosos de refundar un país por medio de una constituyente, porque las cosas cambian para bien cuando hay buenas políticas de gobierno y no cuando se reescriben las constituciones". Lo que nos permite pensar en las próximas novelas de los caudillos que va a producir la literatura latinoamericana: la historia de un presidente que llega al poder, no se siente cómodo con la constitución, consigue reescribirla y al final descubre enfrentándose con el mismo país, una república sin soluciones.