Jean-François Fogel
Critical mass es el blog colectivo de una asociación de críticos literarios norteamericanos. Lo leo a menudo. Es un blog que me parece corporativo y hundido en la industria de los libros o, peor, los chismes sobre los escritores. Faltan grandes visiones sobre la literatura aunque ofrece un contenido que me encanta: la lista, entregada cada semana por un crítico distinto, de los cinco libros imprescindibles en la biblioteca del escritor de reseñas. Esta semana, le toca su turno a John Updike y su lista merece ser analizada.
1. Mimesis de Erich Auerbach
2. Aspectos de la novela de E.M. Forster
3. Criticar al crítico y otros ensayos de T.S. Eliott
4. El Castillo de Axel de Edmund Wilson
5. Sade, Fourier, Loyola de Roland Barthes
Esta lista me encanta y creo que Updike (el crítico Updidke vale más que el novelista) da en el blanco en 80% de sus intentos. Hay cuatro libros indiscutibles y una equivocación.
1. El libro de Auerbach corresponde a su subtítulo, «la representación de la realidad en la literatura occidental». Pero es mucho más, es una historia de las formas literarias. Siempre se cita como una hazaña el hecho que fue escrito sin el recurso de una biblioteca. Para mí la hazaña es la capacidad de ver tan claro al modernismo aunque falta por vivir a la literatura la mitad del siglo XX.
2. El librito de Forster no tiene competencia en el momento de escuchar a un novelista hablando de la manera de cocinar una novela. El autor dice que no sabe mucho sobre su arte pero lo sabe todo. Entrega dos conceptos clave y muy transparentes nunca expresados de manera tan sencilla: la diferencia entre la historia y el argumento y el papel (limitado y a veces peligroso) de la inteligencia en el trabajo del novelista.
3. Hay que notar la incapacidad de Updike en el momento de citar el título de un libro de T.S. Eliott (y el error del autor del blog en escribir To Criticism the Critic). Siempre pasa así con Eliot: es un crítico que gusta sin dejar nunca una satisfacción completa. Pero su visión queda necesaria, es el patriarca que ha creado nuestra finca.
4. El libro de Edmund Wilson queda como la mejor introducción al modernismo. Hay que notar cómo Wilson es citado en la lista de muchos críticos. (Mi favorito es Classics and commercials sobre los años 40, no sé si hay una traducción al castellano disponible).
5. Por fin, una equivocación: Updike cita a Barthes como al autor que le hizo creer que había una respuesta universal en el estructuralismo. Pero a mismo tiempo mata también a Barthes diciendo que estuvo convencido del método «at least during the reading» de su ensayo sobre tres autores, es decir, durante el mero tiempo de la lectura. Me parece excelente recordar la diferencia entre ser seducido y creer de verdad. La crítica no puede ser un flirteo.