Jean-François Fogel
Lo que me gusta de la revista Foreign Policy es su manera innovadora de acercarse a los temas de política internacional. Por ejemplo, construir una clasificación de los peores estados en el mundo o plantear preguntas inverosímiles: ¿Qué echaríamos de menos si desapareciese el Islam? ¿Es bueno el nacionalismo? ¿Quién es el culpable de la guerra de Irak: Bush o el pueblo americano? -el culpable es este último. Existe varias versiones de la revista como la de España que ofrece la lista en castellano de los próximos dictadores en caer. Expresarse de esta manera es una postura atrevida, una audacia poco común en estudios de política internacional, y es lo que hace de Foreign Policy un medio aparte.
Su último proyecto consiste en establecer la lista de los 20 intelectuales que más influencia tienen en la vida pública. Se puede votar en línea, claro, utilizando una lista de 100 apellidos. Está la posibilidad de proponer a otras personas pero supongo que más o menos los 20 "coronados" saldrán de esta primera opción con 100 apellidos. Una lista apasionante, pues Foreign Policy, que publica un index de los países según su nivel de globalización (es decir, incorporación al mundo), quiere hacer una lista "global", mundial con las voces que existen más allá de las fronteras de un país. Vale la pena meditar lo que se ofrece en la lista inicial. Treinta personas de Europa y 36 de América del Norte; cuatro, no más, de América Latina, es decir, tanto como de África, desde el sur de Sahara, hasta Ciudad del Cabo.
Puedo imaginar la ineludible sospecha que provoca una revista cuya sede se encuentra en Washington. Pero su director, Moisés Naim, fue ministro en Venezuela y no se le puede acusar de menospreciar a América Latina o al mundo hispanohablante. Al final entre los 100 apellidos sólo se consigue una cosecha de cinco personas del mundo iberoamericano: el filosofo Fernando Savater (España), la periodista Alma Guillermo Prieto (México), el historiador y escritor Enrique Krauze (México), el escritor Mario Vargas Llosa (Perú) y el sociólogo y político Fernando Henrique Cardoso (Brasil). ¿Es poco? No sabría decirlo pero me parece definitivamente poco incluir meramente a ocho artistas/novelistas: Daniel Barenboim, J.M. Coetzee, Umberto Eco, Vaclav Havel, Amos Oz, Orhan Pamuk, Wole Soyinka, Mario Vargas Llosa. Si quitamos al músico israelí, no hay más que siete personas que se apoyan o se apoyaron en el poder de la ficción para entregar ideas sobre el mundo. Es donde veo el error: la ficción es la herramienta más potente para decir todo fingiendo hablar de otra cosa. "Una idea, escribe Lawrence Durrell, es como un pájaro rapo que no se puede ver. Lo que uno ve es el temblor de la rama que acaba de abandonar."