Jean-François Fogel
No hay que presentar a la revista peruana Etiqueta Negra. Su calidad es una referencia mítica en el mundo hispanohablante. Un pasito suyo, de una sola vez, hacia el mundo de las revistas de EE. UU. provocó el reconocimiento inmediato de su valor por los National Magazine Awards. Es un producto que pertenece al mundo de la excelencia. Y la llegada de su nuevo sitio -quisiera decir de su primer sitio de verdad- es un acontecimiento mayor.
En seguida vemos que el regalo es total. El último número de la revista está disponible, sí, totalmente disponible con una doble herramienta clásica: un dispositivo bastante rápido para hojear la revista, doble página por doble página, y una lupa para entrar en el texto. No hay que insistir mucho en esto pues los editores optaron por poner enlaces hacia la revista de papel tanto arriba como abajo en su página de acogida. El enlace de abajo ofrece además el acceso a algunas ediciones previas. Pero el acceso a esta visión del papel no figura en la barra de navegación horizontal. Una buena manera de decir: el sitio web de Etiqueta Negra quiere ser un sitio y no la siempre incómoda traducción de una gran revista en otro medio. Enhorabuena, hay ilusión y el resultado promete mucho para el futuro.
Es notable la voluntad de limitar el scrolling, poniendo la mayor parte del contenido de cada página en unas pantallas. En la home esto corresponde a dos secciones, "cómplices" y "distraídos", cuya diferencia no me parece obvia pero que utilizan un dispositivo flash para impulsar el desfile de temas con titular y fotografía que es bastante estimulante. Como la revista viene con blogs, vídeo, oferta de buenos enlaces (los "elegidos") y foto galería, lo único que se puede añadir es: lo siento, amigos de Etiqueta Negra, ustedes pusieron el dedo en la terrible máquina de la web donde se le va a pedir más innovación, más contenido, más primacías, más y más de manera continua.
Como profesional de webs, voy a hacer dos críticas, pero con sumo cariño, pues no ocurre a menudo el regalo de prender la computadora (u ordenador) y descubrir una revista querida con acceso libre.
1. Tal como lo hace el sitio del New Yorker, Etiqueta Negra opta, en la publicación de su artículo largo, por ofrecer dos versiones: la primera supone "cliquear" para pasar de una página del texto a otra, para leer hasta diez páginas; la segunda supone utilizar el símbolo de la impresión y conseguir una página única con todo el texto. Aquí es donde se halla un problema: sería bueno decir abiertamente que se puede ver todo el texto en una sola columna y me parece que este texto, que viene en una sola columna, es muy ancho (el mismo error que en el New Yorker) y además viene publicado dentro de un recuadro inútil.
2. La cita de una frase de un artículo de una edición previa de la revista (en este caso, un texto buenísimo de Pablo de Santis sobre Punta del Este) en la parte superior de la página de acogida es un desperdicio de espacio. Se trata de un lugar que vale muchísimo y que justificaría varios enlaces. Además, la promoción de un artículo del archivo sin el uso de una fotografía tiene poco sentido en la web.
Pero claro que son críticas menores. Prueba de esto: ya suscribí al feed RSS.