Jean-François Fogel
La revista Encuentro de la cultura cubana acaba de publicar un número fenomenal (n°43; Invierno de 2006/2007; 7,5 euros). Excelentes artículos sobre el pianista Bebo Valdés, el pretorianismo venezolano, extracto de la próxima novela de Eliseo Alberto, buenas poesía, etc.: como siempre, hay de todo en Encuentro, pero lo mejor tiene que ver con el doble tratamiento de los intelectuales en Cuba. Doble, pues se trata de lo que ocurrió en 1961, con mucha publicidad, y de lo que acaba de ocurrir de manera más discreta en 2006/2007.
1. Palabras a los intelectuales
Las “palabras a los intelectuales” son de Fidel Castro. Se oyeron dentro de la famosa serie de tres reuniones entre el líder cubano y los intelectuales en junio de 1961. Entonces, el comandante en jefe entregó su visión de la libertad de creación artística en una fórmula que ya pertenece a la historia: “dentro de la revolución, todo; contra la Revolución, nada”.
Se conocían detalles de la asamblea: el miedo del escritor Virgilio Pinera; la pistola que Fidel puso sobre la mesa; el motivo formal del encuentro: confirmar el secuestro de un documental cortito de cine, PM, sobre la noche habanera. Pero no se conocían las palabras de los asistentes, el tono oscuro del falso debate. Encuentro lo recrea con una transcripción parcial de la primera reunión. Son las palabras de los intelectuales frente a Fidel, al presidente Dorticos, al líder comunista Carlos Rafael Rodríguez. El espanto es total. Agonía de una libertad en directo. No interviene Alfredo Guevara, a pesar de ser el responsable de la censura de PM. Interviene Tomas Gutiérrez Lea (Titón, el cineasta de Fresa y chocolate) y no tiene tanto valor como el escritor César Leante.
Varios testimonios, recuerdos y artículos ofrecen una perspectiva clara sobre este acontecimiento histórico. El poeta Antonio José Ponte, no estaba (nació en 1964) en la reunión, pero explica muy bien la sensación que procura su lectura: “Esta asamblea es la madre de todas las asambleas que se han producido en Cuba entre autoridades políticas y artistas. Leer estos extractos como se lee una obra de teatro despierta la sensación de haber asistido a múltiples representaciones de un mismo texto.”
2. Reacción al retorno de los censores
En tres noches entre diciembre 2006 y enero 2007 aparecieron en la televisión cubana tres censores: Jorge Seguera, Luis Pavón y Armando Quesada (famosos protagonistas de la represión a los artistas en los años 70). Su presencia en la pantalla generó susto, indignación y un flujo de mails y de artículos, entre correo privado y tribuna pública. Hasta tal punto que el Secretariado de la Unión de Escritores y Artistas de Cuba publicó un comunicado sobre aquella aparición de los tres sinvergüenzas. Cabía, según la explicación oficial, dentro de programas erróneos de televisión: “en su gestación y realización se había cometidos graves errores” (canción clásica del burócrata que se esconde).
Lo fascinante es la capacidad de Encuentro de acumular los textos de protestas. La revista publica una selección. Se puede leer más en su página web. Es una lectura imprescindible para entender cómo fue dañada la cultura y la creación en la gran isla del Caribe. Sube el telón de la auto-censura sobre la rabia real de los artistas e intelectuales cubanos. El documento es de primer orden.