Jean-François Fogel
Quizás lo que cuelgo hoy en mi blog pisa el terreno de Jorge Volpi que escribe desde México. Pero no creo que sea muy cómodo para él comentar el artículo de Elena Poniatowska en la revista venezolana Mula Verde Review. Por una sencilla razón: su compatriota recuerda como Volpi y sus amigos irrumpieron en la escena literaria mexicana. La valoración que hace Poniatowska de ese motín de renovación novelística no es lo que nos importa aquí. Habla de Volpi y sus amigos a propósito del libro que acaba de publicar uno de ellos, Pedro Angel Palou. Su tema es el boxeo.
Elena Poniatowska no escribe “boxeo” sino “box” (otra razón que hace difícil hablar de algo que no tiene un nombre compartido por todos). Pero es interesante el análisis de la autora sobre la mala relación entre deporte y literatura en México. Si pensamos en su gran vecino del norte, el contraste es brutal. Se publicaron y siguen publicándose buenos libros sobre el boxeo en Estados Unidos. The devil and Sonny Listo, de Nick Tosches, que se publicó en 2000 es una maravilla de escritura llana, delgada, implacable en la construcción de un monumento en ruinas a la gloria de Liston, el negro malo de la mala película que es el american boxing. Y me parece lógico que Tosches, después de este libro, dedicara una obra a Dante que tanto sabía del infierno.
No tengo el libro de Pedro Angel Palou en la mano pero, leyendo a Poniatowska se ve que el boxeo/box (no importa como se escriba) se mantiene siempre cercano al sufrimiento, es una visión terrestre y reducida del infierno. En el momento en que un escritor, en México, va por este camino, llega al mismo lugar que su vecino norteamericano: el lugar donde hay golpes, pobreza, razas discriminadas y sueños de riqueza. Palou se parece a Tosches cuando entrega a Poniatowska una maravilla de cita del boxeador Larry Holmes: »Yo fui pobre alguna vez, cuando era negro».