Jean-François Fogel
En el salón Rey del claustro Santo Domingo, en Cartagena de Indias, el tema era «Roberto Bolaño y la nueva generación de escritores latinoamericanos». En el escenario: Sergio Gamboa, novelista colombiano, y Jorge Volpi, escritor mexicano que tomará pronto el cargo de director de una cadena de televisión en su país. En el Hay Festival se procura dar un moderador para casi todos los actos. No fue el caso en un viernes de celebración literaria animada por los dos escritores. En un movimiento concertado de vaivén o más bien de subastas, se dejaban la palabra uno al otro. No recuerdo haber oído otra celebración literaria como ésta. Extractos de la misa para el descanso del alma de Santo Bolaño, autor de Los detectives salvajes y 2666:
Jorge Volpi : «Roberto Bolaño es el escritor de fin del siglo XX más importante en América Latina».
Santiago Gamboa: «la prosa de Roberto Bolaño era un universo que lo contenía todo, una prosa universal».
J.V.: «es el referente de nuestra generación… Hay un casi absoluto consenso que comenzó a producir la obra de Bolaño desde Los detectives salvajes».
S.G.: «la lectura de Bolaño es un cataclismo. Uno no puede seguir escribiendo como si Bolaño no existiera».
J.V.: «2666 es una de la novelas mayores de los últimos tiempos».
Fue así durante una hora. No faltó la puñalada a la generación del boom. Gamboa tiene que matar al padre, como todos los artistas. Quizás él lo hace mejor por ser compatriota de García Márquez. Entonces, resumió la producción del boom como -lo que es cierto- una idea de la unidad geográfica de América Latina con un proyecto cultural y político en novelas «totalizantes». «Bolaño, añadió, llevó esto a sus últimas consecuencias al negar lo que hizo el boom». Volpi, recordando cómo Bolaño se inspiró en México más que en cualquier otro país hizo una denuncia de los autores del boom: «ninguno escribió una frase cuando murió Bolaño».
El conjunto del homenaje me produjo una sensación extraña. Gamboa y Volpi son buenos autores. El Manifiesto del crack, que Volpi hizo con sus amigos, supera de lejos el Manifiesto de los infrarrealistas de Bolaño y sus amigos. ¿Por qué celebró tanto a Bolaño cuya prosa tiene los momentos flojos de un poeta convertido a la prosa? Gamboa repitió varias veces una frase de Bolaño «la verdadera obra maestra por definición debe ser inadvertida» sin dar otro ejemplo de obra maestra e inadvertida que la de los «poetas malditos» franceses (Rimbaud, Verlaine, etc.).
Matar simbólicamente a los referentes del boom para crear otro referente ya muerto de verdad me provoca un cierto malestar. Lo mejor de Bolaño, ya lo escribí aquí, está en sus entrevistas. A largo plazo, veremos, pero por el momento me gustan los artistas latinos libres que caminen por su cuenta. Seguiré leyendo a Volpi y Gamboa a menos que escriban sobre su ídolo.