
Eder. Óleo de Irene Gracia
Javier Rioyo
Unas vistas desde mi habitación al final del verano en una playa del norte. Paseos por los paisajes de montaña, por los lagos, por monasterios en ruinas, cuevas del hombre primitivo, playas que fueron volcanes, dulce mar de sol y lluvia. Dulce compañía. Algunas tabernas en los puertos. Paradas y fondas en las tradiciones de la manera de comer de éste lado del mundo. Lecturas, la única subversión permitida en días de compañía, el ejercicio de soledad más placentero, o casi. ¿A quién le apetece escribir?
Seguramente a otros. Es posible que a mis respetables compañeros de eso que llamamos "periodismo cultural". Pero yo no soy ellos. Yo soy el que contempla. Y de vez en cuando consigue gozar.
Todo hermoso, idílico a la manera de los clásicos finales de verano en el norte y con un toque de otra época. O casi todo. No es fácil convivir con veinte personas. Sean quienes sean. Y si son tus "compañeros", tus semejantes, menos. Nunca fui capaz de convivencias marianas ni de las otras. Ni aunque fueran para orgías de los años setenta. Tengo alergia a los grupos. No me encuentro bien en los rebaños. Aunque se disimular, sobre todo si hay algo de vino en el encuentro. Hay que ser muy creyente en algo para soportar al grupo. No rezo unido. Los que lo hacen me recuerdan a las ovejas: siempre repiten el mismo balido. O unas cuantas formas del balido que ya conozco de cuando fuimos rebaño a nuestro pesar.
Otro día hablaré- se que mis promesas para algunos amigos de ésta barra no tienen mucho crédito- de los encuentros en Verines, en Asturias querida Ellis. Hoy que regreso con parada en San Sebastián, tengo buen humor y sólo me siento capaz de copiar una cita que Vásques recoge de Kundera y que éste recupera de Octavio Paz sobre el humor y la literatura. ¡Casi todo son herencias en la literatura contemporánea! Algunas veces felices herencias.
"Octavio Paz dice: "Ni Homero ni Virgilio conocieron el humor; Ariosto parece presentirlo, pero el humor no toma forma hasta Cervantes…El humor es la gran invención del espíritu moderno" Idea fundamental: el humor no es una práctica inmemorial del hombre; es una invención unida al nacimiento de la novela. El humor, pues, no es la risa, la burla, la sátira, sino un aspecto particular de los cómico, del que dice Paz ( y ésta es la clave para comprender la esencia del humor) que "convierte en ambiguo todo lo que toca"
Hoy me siento bien. Me siento ambiguo.