
Eder. Óleo de Irene Gracia
Javier Rioyo
El feliz azar ha permitido que esté leyendo dos libros de dos escritores que me gustaban por sus nombres. No los había leído y ya me gustaban porque me parecía que tenían dos nombres adecuados `para ser poeta o novelista. Además los dos nombres se repiten como si se reflejaran en un espejo.
Uno es uno de los grandes de la novela inglesa, Ford Madox Ford. Ya conocíamos su novela El buen soldado. Y ahora se acaba de traducir, por primera vez, otra obra maestra: El final del desfile, apasionante novelón de guerras y amores, de traiciones, deseos, frivolidades y amistad. Una novela que requiere descansar de vez en cuando.
Y descanso buceando por los poemas de un poeta americano, de parecida época a Ford, finales del XIX y llegar hasta la mitad del siglo XX, más William Carlos Williams, que a él me refiero, pues murió en los años sesenta, cuando Ford llevaba muerto más de veinte años. No creo que se conocieran. No hubiera sido tan difícil, tuvieron amigos comunes, pero no tengo ninguna noticia que ellos se conocieran. Aunque seguramente se leyeron.
Digo que descanso con los poemas de Williams, esos poemas de amor que son los que uno hubiera querido escribir a la amada. Viaje al amor es el libro y dentro hay muchos hermosos poemas. Incluido el que muchos consideran el "mejor poema conyugal", se llama "Asfódelo" y es el homenaje a su mujer por compartir una vida. William Carlos Williams, nos dejó escrito que la esencia de la poesía es "sobre todo saber escuchar al ruiseñor y a los tontos".
Envidio esa capacidad, pero también envidio sus nombres.
¿Se puede ser buen escritor llamándose, por ejemplo, José María Pérez Álvarez? ¡Pues sí, se puede! Además así se llama uno de los más desconocidos y excelentes escritores españoles, vivo, contemporáneo y demasiado refugiado en su pequeña ciudad. Otro día hablaremos de él.
Y de ser buen escritor sin tener nombre de escritor.
Y sí, yo también soy de la opinión de que hay que poner más foco sobre Ramiro Pinilla. Ya hemos hablado de algunas de sus novelas. Y estamos deseando leer esa incursión por el género negro.
Y antes de seguir con Madox Ford y con Carlos Williams, recordar a mi querida Ellis que la novela de Jake Arnott en español se llama Delitos a largo plazo y en inglés The Long Firm.