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Blogs de autor

Mi casa, mi cerebro

Por 11 de septiembre de 2008 Sin comentarios

Javier Rioyo

/upload/fotos/blogs_entradas/dietariovoluble_med.jpgLos pensamientos retocados, peinados y despeinados, conocidos y nuevos que Vila-Matas nos ofrece en su nuevo libro, Dietario voluble, una vez más están llenos de miradas a su entorno a sí mismo, pero perdiéndose, sintiéndose ajeno a sí mismo. Y, sin embargo, esencial en presencia y ausencia. Parten de artículos ya escritos que se vuelven a escribir. Un nuevo montaje con las mismas, parecidas unas y otras irreconocibles o nuevas historias. Gran contador de otros para contarse a sí mismo.

En la página 148, después de decir que piensa decir adiós a Barcelona -estás que te vas y te vas y te vas y no te has ido- comienza un punto y aparte así:

"El interior de nuestra casa tiene siempre un antiguo y obsesivo paralelismo con el de nuestro cerebro". Lo había leído en verano, en la casa del veraneo, esa que apenas es nuestra, y no me había alterado como ahora lo hace en mí casa de Madrid. Ya sabía yo que tenía problemas con mi cerebro pero no se me había ocurrido pensar que se reproducían en la casa. Miro el desorden -mi estilo de orden, quiero decir- de los libros que invaden la casa, los objetos inútiles que me gustan, el tipo de cuadros, de esculturas o de fotos. Miro los muebles, las lámparas y otros objetos de la casa y llego a la conclusión de que no me aclaro. Que soy disperso en mi casa por culpa de mi cerebro. ¿O será al revés? En el momento que ordene y unifique mi casa, se ordenará mi cerebro. Entonces no es tan grave.

¿Y cómo será el cerebro de los que han usado un decorador? O no tienen cerebro o se arriesgan a que el decorador sea un ‘cabeza loca’. Nunca utilizaré un decorador, a pesar de  lo que me gusta una amiga que se dedica a decorar casas.

Es posible que uno se termine pareciendo a su casa. O que la casa se parezca al dueño. No vivimos solos, habrá que repartir culpas. La familia o los que con nosotros viven no se tienen que librar de su cuota de responsabilidad en los interiores. Aunque seamos responsables de la mayoría de los interiores, hay espacios en que la culpa no es nuestra. Precisamente los más ordenados. Cualquier día me echan de casa y me quedo expulsado de mi cerebro./upload/fotos/blogs_entradas/casa_med.jpg

Habla Vila Matas de un autor que tendré que leer, el peruano Enrique Prochazca y de su libro llamado Casa. Hasta es posible que esté esperándome en algún lugar de mí desordenada –ma non troppo– biblioteca. Rastrearé. En ese libro hay una cita que a Vila Matas -también a mí- le parece imponente de César Vallejo: "una casa vive únicamente de hombres, como una tumba".

Hay casas que uno no quisiera nunca habitar. Seguiré en la mía, aunque tenga que ordenarla.

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Javier Rioyo

Javier Rioyo (Madrid, 1952) es licenciado en Ciencias de la Información. Periodista, escritor, director y guionista de cine, radio, televisión y dramáticos. Dirigió y presentó el programa semanal de libros Estravagario en TVE 2, con el que obtuvo el Premio Fomento a la Lectura 2005, concedido por la Federación del Gremio de Editores de España. También ha sido responsable de cultura y libros en el programa diario Hoy por hoy de la cadena SER. Es colaborador habitual de El País (escribe para el suplemento semanal Domingo) y de la revista Cinemanía. En televisión, Rioyo ha presentado el programa "El Faro" del canal Documanía y ha obtenido dos premios Ondas en Radio y uno en Televisión. Ha sido guionista de numerosos festivales de música para Canal+, así como de los premios Goya, y de diversos programas de radio y televisión. También coordinó los guiones para la serie Severo Ochoa. Ha dirigido y participado en cursos de Comunicación y Cultura en diversas universidades españolas. Formó parte del Comité Asesor de Alfaguara y ha sido jurado de festivales de cine y premios literarios en varias ocasiones. Es autor del libro Madrid: casas de lenocinio, holganza y malvivir (Espasa Calpe, Premio 1992 Libros sobre Madrid); y de La vida golfa (Aguilar, 2003). En 2005, con su productora Storm Comunicación, realizó la producción ejecutiva y el guión de Miracolo Spagnolo, un documental para la RAI sobre la llegada de José Luis Rodríguez Zapatero al gobierno y su primer año de legislatura. También dirigió y produjo Alivio de luto, un vídeo documental en el que entrevista a Joaquín Sabina; así como Un Quijote cinematográfico. En 1994 fundó la productora Cero en conducta, con José Luis López-Linares, con la que tuvo a su cargo el guión y la dirección de Alberti para caminantes (2003); y la producción ejecutiva y el guión del largometraje Un instante en la vida ajena (2003), que obtuvo el Premio Goya al mejor documental; así como de Tánger, esa vieja dama (2002). También ha codirigido con José Luis López-Linares el cortometraje Los Orvich: Un oficio del Siglo XX (1997), y los largometrajes Extranjeros de sí mismos (2001), nominado al mejor documental en la XVI edición de los Premios Goya; A propósito de Buñuel (2000); Lorca, así que pasen cien años (1998), nominado a los premios Emmy 1998; y Asaltar los cielos (1996), nominado a los premios Goya al Mejor Montaje, y ganador del Premio Especial Cine, de los Premios Ondas 1997.

En 2011 fue nombrado director del centro del Instituto Cervantes de Nueva York en sustitución de Eduardo Lago.​ Ocupó el cargo hasta septiembre de 2013, cuando fue sustituido por Ignacio Olmos.​ En 2014 fue nombrado responsable del centro del Instituto Cervantes en Lisboa.​ En febrero de 2019 deja el cargo y pasa a dirigir el centro de Tánger de la misma institución.

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