Javier Rioyo
Ayer estuve con el querido extravagante, Gonzalo Suárez, aunque tranquilo, educado y culto como los mejores extravagantes. Presentábamos su libro de aforismos y desafueros del que ya hablé desde Canarias. Me encuentro cómodo entre gente como Suárez, entre esos que, en sus palabras, "nos separa la realidad, nos une el misterio".
Encontré amigos, amigas, incluso saludados y olvidados. Entre los que resulta un placer ver, escuchar, encontrar, está Luis Eduardo Aute. Varias décadas siguiendo sus canciones, sus ocurrencias fílmicas, sus pinturas y sus escritos. No recuerdo como llama a sus poemas, algo que tiene que ver con las moscas, esos animales tan poéticos. Y me regaló dos rectificaciones, dos propuestas diferentes a versos que alguna vez nos acompañaron.
Los reproduzco:
Decía el poeta: "La poesía es un arma cargada de futuro"
Discrepo.
En este mundo
tan armado
y desalmado
sugeriría:
la poesía debiera ser
un alma
descargada
de tiempo."
Y otra corrección del "autista":
Decía el poeta : "Y me mantengo firme gracias a ti, poesía, pequeño pueblo en armas contra la soledad"
Discrepo.
Sugeriría, humildemente:
"y me mantengo apenas
gracias a ti, poesía,
pequeña aldea de almas
solitarias."
Me gustaría que siguieran las discrepancias. Toda poesía también puede ser rescrita. Lo que no quiere decir que se mejore.