
Eder. Óleo de Irene Gracia
Javier Fernández de Castro
En cuerpo y en lo otro, o Both Flesh and Not, como se llama en el original, es una nueva recopilación de textos de no ficción encontrados por los cajones del gran hombre y amontonados a la buena de dios porque tampoco tendría sentido pretender que hay una intención unitaria o que el autor hubiese autorizado sin más su publicación (salvo por pasta, claro).
Partiendo de la base de que cualquier texto firmado por DFW seguro que merece siempre un vistazo detenido, no todo el material aquí reunido ofrece el mismo interés, al menos de cara al lector no especializado, sobre todo si encima no es norteamericano. Así por ejemplo ocurre, entre otros, en los apartados titulados "Veinticuatro palabras inglesas anotadas", "Pasadas por alto: cinco novelas atrozmente infravaloradas" o "Lo mejor del poema en prosa", esta última particularmente críptica para quien no conozca la antología de la que habla. En cambio es muy divertido "Decididor-ismo 2007, un enfoque especial", el prólogo a una antología de ensayos publicados ese año en EEUU y que le fue encargado, junto con la antología misma, por la editorial Houghton-Mifflin. DFW no deja títere con cabeza, empezando por sí mismo, pero en cambio hace unas interesantes reflexiones sobre la ficción-no ficción y la idea del antólogo como un subcontratado encargado de rastrear todo aquello que un lector normal no puede leer, y al que encima de tan ingente labor no se le puede pedir "imparcialidad".
En otros casos, como los titulados "Regreso con un fuego nuevo"(1996), "Terminator 2" (1998) o "Futuros narrativos" (1987) se nota demasiado el inevitable paso del tiempo, pues resulta difícil decir algo significativo sobre el sida antes de conocer la parición de los retrovirales, o analizar la influencia de la televisión en la narrativa de los jóvenes valores cuando los ejemplos elegidos ya no son jóvenes, muchos no continúan siendo valores y a sus sucesores ya no les afecta la televisión y en cambio están en pleno proceso de asimilar Internet y las redes sociales. Respecto a Terminator2, es interesante el concepto de Porno de los Efectos Especiales porque, según DFW, si sustituyes los efectos especiales por los contactos sexuales la ciencia ficción y el cine porno demuestran unas afinidades que los hacen casi intercambiables, aparte de que "a mayor cantidad de efectos peor es la película", pero no parece que los productores, directores y guionistas de películas del futuro se hayan enterado de la veracidad de este axioma. O de su cercanía a la obscenidad.
En cambio hay casos en que el paso del tiempo juega a favor de algunos escritos de DFW, y me refiero concretamente a "Democracia y comercio en el Open de Estados Unidos" y "Federer en cuerpo y lo otro", ambos dedicados al tenis, una disciplina deportiva a la que DFW era más aficionado como espectador que como practicante, ello a pesar que durante sus años de universitario todos le recuerdan portando una sempiterna raqueta de tenis y una toalla en torno al cuello: según sus biógrafos, en aquella época sufría unos súbitos ataques de ansiedad que se traducían en una violenta sudoración, y tener una toalla a mano era el mejor remedio contra tan embarazosa contrariedad.
Sea como sea sabía muchísimo de tenis y tiene algunas observaciones técnicas, estéticas, humanas y hasta metafísicas que hoy se ven realzadas gracias a san You Tube. Recomiendo vivamente buscar en Internet la final de Wimbledon de 2006 entre Nadal y Federer y contemplar en directo la inverosímil actuación de ese par de monstruos. El experimento puede durar lo que cada uno quiera porque allí está el partido entero (casi tres horas ininterrumpidas de tenis excelso), y a continuación se puede disfrutar la narración que hace DFW de aquel partido que él presenció en directo "como quien asiste a una puñetera experiencia religiosa". Quien, una vez acabada la narración, acuda de nuevo a la filmación de You Tube descubrirá que ambos jugadores han sufrido una transformación asombrosa y no solo porque su desempeño agonístico tenga ahora una trascendencia superior sino porque a las imágenes se les habrán añadidos elementos sensoriales que la tele no transmite. Por ejemplo: ¿sabía usted que al atravesar la pista a más de 200 km/h la pelota emite un zumbido claramente perceptible para los presentes? Lo mismo cabe para el relato de un partido del US Open de 1995 entre Sampras y Philipoussis. En este caso sólo hay grabados 8 minutos de ese encuentro, pero en cambio están recogidas las mejores jugadas. Y qué jugadas.
Otra transformación que puede sufrir el lector, esta de orden muy diferente, es durante la lectura de "Borges en el diván", una reseña de la biografía titulada Borges. Una vida, del hispanista británico Edwin Williamson (Seix Barral, 2006). En contra de lo que pretende todo biógrafo, lo que dice DFW acerca del trabajo de Williamson quita radicalmente las ganas de leerlo y en cambio suscita una necesidad casi ineludible de ir directamente a Borges y sumergirse en él sin más dilación, pues a quién le importa si estuvo aplastado por la figura de papá, tiranizado por la insaciable mamá o mortificado porque las mujeres no le trataron como él quería. Cuánto más rico es leerle directamente a él en lugar de hacer caso a un tipo para el que las supuestas ansias suicidas de Borges eran debidas a "…un fracaso literario que derivaba en última instancia de la inseguridad sexual". Y añade DFW: "Puaj". Claro.
En cuerpo y lo otro
David Foster Wallace
Traducción de Javier Calvo
Mondadori