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Vila Matas y Herralde sobre Tabucchi

Por 26 de marzo de 2012 Sin comentarios

Eder. Óleo de Irene Gracia

Iván Thays

Antonio Tabucchi. Foto: Daniel Mordzinski
Jorge Herralde, el principal editor de Antonio Tabucchi, recuerda en una crónica en El País cómo conoció al autor italiano. Dice:

Me enteré de la existencia de un escritor llamado Antonio Tabucchi en la Feria de Fráncfort de 1983. En el diminuto stand de la muy exquisita editorial Sellerio había un ejemplar de un libro también diminuto, Donna di Porto Pin, sin ninguna indicación ni en la contraportada ni en la solapa acerca del autor. Le pregunté al joven y amable muchaho que atendía el stand y no tenía idea del tal Tabucchi pero me invitó a llevarme el ejemplar. Lo leí la misma noche, me dejó absolutamente seducido, me pareció una joya, y lo recomendé con fervor a dos colegas amigos, el francés Christian Bourgois y el alemán Klaus Wagenbach, que también lo publicaron.
Recuerdo tantos gratísimos encuentros con Antonio (muy a menudo con Maria José), su sentido del humor, entre espontáneo, surrealista y a veces algo cattivo, algo malévolo, su gran curiosidad, su carácter mercurial entre la euforia y la depresión, y también su aguda conciencia ciudadana, su reiterado malestar con la política italiana.

Por otra parte,Enrique Vila Matas ha publicado también en El País un artículo recordando al amigo de infancia. ¿De infancia? Sí, porque como comenta en un texto publicado hace varios años, por coincidencia ambos veranearon en el mismo balneario cuando Tabucchi tenía 10 años y Vila Matas 5.El texto se llama ?Me llamo Tabucchi, como todo el mundo? y se publicó en el libro de ensayos de Vila Matas Una vida absolutamente maravillosa
El texto que publica en El País hoy dice:

Junto al inventor de recuerdos y el hacedor de ficciones había un Tabucchi comprometido con la realidad, un escritor que entendía que Berlusconi había creado un mundo ficticio gracias a su imperio televisivo y mediático y que los italianos habían terminado por caer en una especie de Show de Truman del que no saldrían en años, por mucho que Berlusconi se hubiera ya largado. No había que olvidar, decía, que el show había producido leyes muy concretas y un pavoroso régimen. Y menos aún olvidar las responsabilidades de quienes habían sido condescendientes con tan grotesco espectáculo.
Tabucchi tuvo que huir cuando aquel espectáculo italiano infame afectó ya seriamente a su vida. Se marchó a Lisboa, y allí a veces escribía sobre la isla de Corvo y sobre la lejanía. Yo he escrito toda la vida sobre Dama de Porto Pim, libro de cabecera y artefacto literario que en ocasiones contemplo como si fuera un Moby Dick en miniatura. Sus menos de cien páginas componen un buen ejemplo de libro de frontera, de artilugio compuesto de cuentos breves, fragmentos de memorias, diarios de traslados metafísicos, notas personales, biografía y suicidio de Antero de Quental, astillas de una historia cazada en la cubierta de un barco, mapas, bibliografía, abstrusos textos legales, canciones de amor: elementos a primera vista enemistados entre sí y, sobre todo, con la literatura, transformados por una firme voluntad literaria en ficción pura. Un libro memorable, como tantos otros suyos: Réquiem, Nocturno hindú, Pequeños equívocos sin importancia, Sostiene Pereira, Se está haciendo cada vez más tarde.
En cuanto a Corvo, se trata de la isla más remota de las Azores. Solo se puede llegar a ella en barco. Nunca olvidaré el día en que desembarcó allí Tabucchi y vio a un hombre que tenía un molino de viento para triturar el grano y que le preguntó estupefacto: ?Señor, ¿qué es lo que ha venido a hacer a esta isla??. A Corvo se va por ir, supe luego que pensó Tabucchi, a quien le habría gustado ser uno de los portugueses que llegaron en el siglo XV por primera vez a las Azores y encontraron un paraíso. Era aquella una época sin duda remota y en la que aún existían los cachalotes. Época que se ve hoy, con profundo dolor, ya tan lejana, y sin embargo, por raro que parezca, verdaderamente vivida.

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Iván Thays

Iván Thays es escritor peruano (Lima, 1968) autor de las novelas "El viaje interior" y "La disciplina de la vanidad". Premio Principe Claus 2000. Dirigió el programa literario de TV Vano Oficio por 7 años. Ha sido elegido como uno de los esccritores latinoamericanos más importantes menores de 39 años por el Hay Festival, organizador del Bogotá39. Finalista del Premio Herralde del 2008 con la novela "Un lugar llamado Oreja de perro".

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