Iván Thays
Gabriela Adamo y su fe en el ebook
La directora de la Feria del Libro de Buenos Aires, Gabriela Adamo, no ha asumido su cargo como un asunto burocrático más. No teme decir las cosas claras ni enfrentar iras desde que hace dos años asumió la dirección de la Feria. Por lo pronto, ha tenido que resistir dos broncas en sus inauguraciones (el año pasado, los kitchneristas vs Vargas Llosa; y este año los libreros y editores argentinos entre sí por la ley de importación del libro) y ha tomado decisiones interesantes, como la de dedicar la Feria no ha países sino a ciudades (la primera ciudad homenajeada será Amsterdam). Además, afirma que los lectores y los autores deberán cambiar sus hábitos con la llegada del e-book.
Aquí una entrevista-desayuno hecha para El País por Francisco Peregil:
Adamo desayuna a menudo en el bar situado enfrente de la Feria, que es donde suelen quedar los escritores antes de enfrentarse al público. Cuando se le pide que escoja su librería favorita, no duda ni un segundo. ?Hay cientos en Buenos Aires. Hay hasta un librito que se llama El libro de los libros que viene con casi todas y te arma circuitos. Pero la mía, desde que nací, es La Boutique del Libro, que es una cadena con cinco sucursales. La del barrio de Martínez es la primera de ellas y la librera, que me atendía cuando iba de chica con mi papá, sigue ahí. Y ahora le recomienda libros a mis hijas y a mi marido?.
Pide una lágrima, que es como se le conoce en Buenos Aires a la leche con apenas unas gotas de café. Se la sirven en jarrito, una de esas piezas de cristal que parecen pequeñas obras de arte que cobran vida cuando la gente las envuelve en sus manos. ?El jarrito es una medida buena. La taza pequeña, uno se queda con ganas y el tazón??. Pide también un cuadradito de chocolate con dulce de leche. ?Más que cuadradito es un mazacote, pero está delicioso?.
La directora se ha pasado la vida entre volúmenes. Pero no siente la llegada del libro electrónico como ningún drama personal. ?Yo creo que ni el escritor ni el lector van a perder, aunque tal vez cambien su forma de escribir y de leer. Sin embargo, las partes intermedias van a estar más en jaque. Y las librerías son las que más van a perder. En América Latina aún no lo percibimos porque estamos muy retrasados con la llegada de los aparatos. El Kindle está presente en la Feria, pero no se puede comprar físicamente en Argentina, hay que pedirlo al extranjero y que lo traigan por correo?. Conforme avance el carro, piensa, se irán acomodando los melones.