Francisco Ferrer Lerín
Dispongo de tres sintagmas singulares para formar el armazón sobre el que construir un poema. Como acompañamiento otros sintagmas, de cosecha propia.
El primero de los sintagmas singulares es ‘Tu hijo, acaso trapecista’, que inicia el poema “La milagrosa” del libro Quién anda ahí de la poetisa cubana Ketty Blanco Zaldívar (Guáimaro, 1984).
El segundo es ‘Sigo siendo un gregario, un vulturejo’ declaración escrita en un mensaje de facebook por el poeta Joaquín Fabrellas Jiménez (Jaén, 1975).
El tercero, ‘Simón, el delator del Tesoro’, remite al Antiguo Testamento, al Segundo Libro de los Macabeos.
En cuanto al acompañamiento propongo ‘muchacho tremendo, híbrido, visitante’, ‘agónico circense’, ‘gente sapiencial’, ‘ligures ungidos’, ‘simio impío’, ‘confusa muchedumbre’, ‘alada oveja’, ‘síntomas malos’, ‘Dositeo Espermio’, ‘territorios imaginarios’, ‘he sido una palabra en un libro’, ‘su aliento era plaga’, ‘musique d’ameublement’ y ‘obradores de la iniquidad’.
Ahora solo resta atinar; experiencia y fortuna.