Skip to main content
Blogs de autor

Porno espiritual

Por 8 de noviembre de 2006 diciembre 23rd, 2020 Sin comentarios

El día que conocí a David Barba, él tenía unas ojeras como dos costales de arroz y estaba afónico. Llevaba diez meses trabajando en la biografía de Nacho Vidal, el actor porno español famoso porque su pene no cabe en un vaso largo de cerveza, y se le notaba agotado. Había tenido que seguir a esa celebridad en pelotas a lo largo de una frenética vida que incluía bares, fiestas, orgías y el resto de la rutina habitual de una estrella del género.

Alguna vez, Vidal había obligado a David a subir a un escenario y hacer gala de sus dotes. Ese era su concepto de “periodismo de investigación”. Una de esas veces, la prueba había sido someterse a una felación pública rodeado de doce hombres más en la misma situación, algunos de ellos profesionales. Al parecer, lo consiguió sin incidentes que lamentar (o que David se atreva a contar). El caso es que, el día en que lo conocí, David Barba estaba claramente extenuado, pero un brillo de orgullo y satisfacción refulgía en sus ojos. 
 
No nos vimos mucho en los años siguientes, hasta que me mudé a Barcelona. Por entonces, el libro sobre Vidal había aparecido con éxito y David entrevistaba a decenas de españoles hablando de sexo para un nuevo libro. De hecho, sigue embarcado en ese proyecto. Pero ahora, atraviesa una etapa espiritual. Asiste a los espectáculos de psicomagia de Alejandro Jodorowsky y conoce a chamanes y brujas. Lee sobre adivinación y ritos paganos, y dedica horas de la conversación a disertar sobre el tema. Desde mi llegada a esta ciudad, muchos amigos comunes me advirtieron:

-David se ha vuelto loco. Y nos quiere volver locos a todos los demás. O eso, o nos quiere estafar leyéndonos la suerte.

A pesar de las advertencias, he visto mucho a David desde entonces. De hecho, periódicamente hacemos tours para conocer la Cataluña profunda. Hemos visitado abadías, baños termales y volcanes. Y ahora puedo dar fe de que, en efecto, está mal de la cabeza.

Una vez fui a su casa. Su mensaje en el teléfono me invitaba a un “aquelarre contra los malos espíritus”. Yo pensé que era una broma y que íbamos a beber como hace todo el mundo. Pero era cierto palabra por palabra. Éramos tres invitados, y David nos hizo ponernos ropa enteramente blanca –ropa suya que, por cierto, me queda como si fuera de mi hermanita menor-. Después encendió las velas del altar que tiene en el salón y me dio una olla con agua, en la que remojó unas ramas de algún árbol. Acto seguido, todos recorrimos la casa sacudiendo las ramas contra las paredes mientras él recitaba una letanía. En uno de los cuartos había alguien durmiendo. O quizá era algún espíritu. Al final, bailamos y nos tomamos fotos.

Me quedé con la sensación de que era un plan divertido para el fin de semana pero que, si alguna vez quiero hacer una carrera política, esas fotos acabarán conmigo.

No me pregunten si se toma en serio su carrera chamánica. De hecho, ni siquiera sé si todo lo que dice es verdad. De repente, David cuenta anécdotas de cuando asistió a un congreso de las juventudes comunistas en Moscú, o cuando se enroló como escudo humano en Bagdad, o cuando visitó Venezuela para un tour de brujería. Y siempre hay alguna anécdota sexual involucrada. De hecho, cada vez que hay una conversación grupal que involucra a David y a mujeres, la temperatura empieza a subir. No sé cómo lo hace, pero siempre tengo la sensación de que todos vamos a quitarnos la ropa y montar una orgía ahí mismo, en la calle, en el metro.

Me temo que David no es una persona normal. Antes me bastaba con esa distante constatación, pero últimamente sospecho que somos amigos, y me pregunto entonces si yo soy una persona normal. En todo caso, no se lo preguntaré a él.

Close Menu
El Boomeran(g)
Resumen de privacidad

Esta web utiliza cookies para que podamos ofrecerte la mejor experiencia de usuario posible. La información de las cookies se almacena en tu navegador y realiza funciones tales como reconocerte cuando vuelves a nuestra web o ayudar a nuestro equipo a comprender qué secciones de la web encuentras más interesantes y útiles.