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Blogs de autor

Amnesia

Por 25 de mayo de 2007 diciembre 23rd, 2020 Sin comentarios

Mi amigo Guido ha perdido la memoria. Ocurrió tras un accidente automovilístico en una curva de la carretera. La ambulancia se lo llevó inconsciente. Dos días después, cuando despertó en el hospital, no recordaba su nombre, ni quién era ni de dónde venía. Como si sus recuerdos se hubieran aplastado con el choque.

Su médico me encargó ayudarlo a recuperar la memoria. En sesiones matinales de media hora, yo le iba repitiendo su propio pasado, para ver si lo reconocía. Bueno, más o menos.

Es que la vida de Guido, honestamente, era un desastre. Su novia acababa de dejarlo, y había perdido el trabajo. Su casa era un cuchitril asqueroso. Carecía de encanto personal y de autoestima, de modo que ni él mismo se quería ¿Cómo puedes devolverle esa vida a alguien? ¿Cómo puedes ser tan cruel y decirle la verdad?

Opté por una estrategia alternativa: contarle la vida que le habría gustado tener. Una mañana, pasó por su habitación una enfermera preciosa. Le dije que era su novia, que se habían separado temporalmente antes del accidente, pero que ella seguía loca por él. También inventé que trabajaba en el consejo directivo de una multinacional del petróleo. Y que tenía tres niños muy guapos que tocaban el piano y hablaban cuatro idiomas.

En fin, creo que exageré. Pero funcionó.

Nada más salir del hospital, Guido se mudó con la enfermera y consiguió trabajo como director ejecutivo de Repsol. La siguiente vez que lo vi, se había comprado un Mazda y una casa con piscina, y no me pregunten cómo, pero tenía tres hijos preciosos que hablaban cuatro idiomas y tocaban el piano, aunque uno de ellos destacaba más en sus cursos de violín.   

Creo que esos fueron los mejores momentos de mi amistad con Guido. Viajaba con él a París y a Nueva York, me invitaba a su casa en la playa, me dejaba visitar sus pozos petroleros… Realmente, son momentos que recuerdo con gran cariño.

En uno de nuestros viajes por la Costa Brava, Guido decidió mostrarme cuánto corría su nuevo Maserati. Cuando llegamos a 180, el coche salió volando en una curva y fuimos a parar al mar.

Pasé en el hospital una semana. Y cuando al fin conseguí levantarme de la cama, el médico me explicó que Guido se había golpeado la cabeza, y sufría de una severa amnesia. Era incapaz de recordar nada de su vida anterior.   

Así que éste es un blog de servicio público. Estoy buscando un pasado nuevo que ofrecerle a mi amigo Guido y acepto sugerencias. El mejor pasado será transmitido a la memoria de Guidito y generosamente recompensado. Los resultados serán publicados en el próximo blog.

Hagan sus propuestas, por favor.

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